Movilidad eléctrica

El consumo medio de un coche eléctrico se sitúa entre 15 y 20 kWh cada 100 km, dependiendo del modelo, el estilo de conducción, el terreno y las condiciones climáticas. Por ejemplo, un vehículo con una batería de 60 kWh y una autonomía de 400 km tendría un consumo aproximado de 15 kWh/100 km. Esto lo hace más eficiente que los vehículos de combustión, ya que aprovecha mejor la energía disponible y genera menos pérdidas. Además, a menor velocidad o en conducción urbana, el consumo tiende a ser aún más bajo.

Un coche eléctrico se puede cargar mediante corriente alterna (AC) o continua (DC). Existen tres formas principales: en casa, con un punto de carga doméstico; en cargadores públicos, que suelen ser más potentes y rápidos; y en puntos de carga en destino, como centros comerciales o empresas. El tiempo de carga depende de la potencia del cargador y la capacidad de la batería. Por ejemplo, una carga completa en un punto doméstico puede tardar entre 6 y 10 horas, mientras que con carga rápida en vía pública puede lograrse un 80 % en 30 minutos.

El coste depende del precio del kWh, del tipo de carga y de la potencia que oferten. En casa suele rondar entre 0,15 € y 0,25 €/kWh. Por ejemplo, una batería de 60 kWh costaría entre 9 € y 15 € para una carga completa. Con tarifas nocturnas, puede ser más económico. En cargadores públicos, el precio sube: entre 0,20 € y 0,50 €/kWh, especialmente si es carga rápida. También hay tarifas planas o suscripciones en algunas redes de recarga.

Sí, es totalmente posible cargar un coche eléctrico en casa. Lo más recomendable es instalar un punto de carga específico, conocido como punto de carga mural o cargador doméstico, que permite una carga segura y eficiente. Se necesita una potencia mínima contratada, que puede ser desde 3,7 kW hasta 7,4 kW o más, dependiendo del uso. También es necesario adaptar la instalación eléctrica si se trata de un garaje comunitario. Esta opción es cómoda, económica y permite aprovechar tarifas energéticas más baratas durante la noche.

El Plan MOVES es una iniciativa estatal para fomentar la movilidad sostenible. Ofrece ayudas económicas para la compra de vehículos eléctricos, híbridos enchufables o de pila de combustible, así como subvenciones para instalar puntos de carga. En 2025, el programa incluye incentivos que pueden alcanzar hasta 7.000 € por vehículo y se complementan con exenciones fiscales y apoyo a empresas o administraciones públicas. Es una herramienta clave para facilitar la transición energética del transporte en España y reducir emisiones contaminantes.

El precio varía mucho según la marca, el modelo, la autonomía y el equipamiento. Los modelos urbanos más económicos parten desde unos 25.000 €, mientras que los SUV o de gama alta pueden superar los 50.000 € o más. No obstante, el Plan MOVES puede reducir significativamente el coste final con ayudas directas. Además, aunque la inversión inicial es mayor que en coches de combustión, los costes de mantenimiento y recarga son menores, lo que compensa a medio plazo. También existen opciones de renting eléctrico que facilitan el acceso a estos vehículos sin gran desembolso inicial.