Cuando buscamos disponer de suministro térmico en casa que sea seguro, nos proporcione agua caliente sanitaria, aire acondicionado y calefacción y además se base en la gestión eficiente de energías renovables, las redes de calor y frío son la mejor opción.
En este post vamos a ver qué son exactamente las redes de calor y frío, por qué son tan beneficiosas para utilizar en cualquier inmueble y cómo funcionan estos sistemas.
Índice de Contenidos
¿Qué es una red de calor y frío?
Una red de calor y frío, que se conoce internacionalmente como District Heating&Cooling, es un sistema de redes que produce tanto calor como frío de forma centralizada. Su objetivo es ofrecer tanto agua caliente sanitaria como calefacción y aire acondicionado.
Este sistema es, por tanto, un conjunto de infraestructuras capaces de generar energía térmica en una planta especializada para, después, suministrar esa energía a todos los inmuebles y edificios que estén conectados entre sí a partir de las redes de calor y frío.
Lo más interesante de la red de calor y frío es que es un gran sustituto de otros equipos térmicos tradicionales que vemos instalados en muchos edificios, como las calderas. La producción de energía térmica es segura, optimizada y respetuosa con el medio ambiente.
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Elementos de las redes de calor y frío
Los sistemas conformados por redes de calor y frío están constituidos, en primer lugar, por una red de distribución que es la encargada de suministrar la energía térmica, generada en las centrales de producción, a todos los edificios o subestaciones conectadas a esa red.
En segundo lugar, las redes de calor y frío están formadas por circuitos de dos tuberías destinadas a la energía de frío y dos tubos para la energía de calor. Como cada par de tuberías trabaja a unas temperaturas muy diferentes, estas están dispuestas en paralelo.
Encontramos tales tuberías instaladas debajo de las calles o en galerías de servicio, donde circula un caudal constante y con un volumen total que varía en función de la demanda que hay. El caudal en sí viene directamente desde las centrales de producción.
La energía térmica no siempre tiene por qué ir a los inmuebles; a veces también puede dirigirse a las subestaciones, que podrían entenderse como las antiguas salas de calderas donde se intercambia energía del sistema desde la red de distribución hasta el cliente.
Otros elementos que se incluyen dentro de las redes de calor y frío son los elementos de control y un sistema que monitoriza y mide la energía que se entrega, así como algunos accesorios y sistemas de válvulas asociadas a las redes que evitan cualquier sobrecoste.
¿Cómo funciona una red de calor?
Una red de calor utiliza el circuito cerrado de tuberías aisladas donde fluye el caudal de energía térmica directamente desde la central de generación energética. Estas tuberías transfieren el caudal en vapor, agua sobrecalentada o agua caliente hasta los edificios.
Cuando el caudal alcanza esos edificios donde se va a consumir la energía térmica a altas temperaturas, el calor se enfría y para poder suministrarse. El circuito cerrado de la red de calor incluye tuberías que van hacia el punto de suministro y tuberías al sentido inverso.
En el caso de las tuberías en sentido inverso, es decir, las tuberías que transportan el caudal de regreso a la central de generación energética, estas permiten que el nivel de energía térmica aumente y las temperaturas del caudal vuelvan a alcanzar los 90ºC.
¿Y de frío?
Una red de frío funciona de una forma muy similar a una red de calor, solamente que la forma de suministrar la energía térmica es opuesta. En este caso, el circuito cerrado de tuberías aisladas donde fluye el caudal de agua fría se transfiere al lugar de consumo.
Si ya sabemos que la energía térmica de una red de calor tiene que enfriarse antes de poder suministrarse cuando alcanza el lugar de consumo, en el caso de una red de frío el procedimiento es el contrario: la energía térmica se calienta antes de suministrarse.
Al mismo tiempo, el circuito de una red de frío también incluye un conjunto de tuberías que transportan la energía fría de regreso a la central de generación energética. Esta energía ya no tiene carga térmica, pero al volver al origen recuperará su capacidad de frío.
Beneficios de las redes urbanas de calor y frío
Las redes urbanas de calor y frío son muy útiles gracias a sus altos niveles de eficiencia energética y al uso que hacen de energías renovables, como la energía solar o la energía de la tierra, para aportar suministro de calor y frío a cualquier inmueble dentro de la red.
Además, los sistemas de circuito dentro de las redes de calor y frío han ido mejorando hasta el punto de incorporar más del 50% de energía residual, optimizando mejor los recursos energéticos disponibles tanto a nivel local como dentro del marco de la Unión Europea.
Por último, las redes de calor y frío son beneficiosas para los núcleos urbanos porque evitan que se concentren emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera y los edificios dejan de ser dependientes de otras fuentes energéticas exteriores para satisfacer la demanda.
