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Funcionamiento de un sensor de movimiento
Los detectores o sensores de movimiento son dispositivos con los que es posible identificar cualquier tipo de movimiento que se realice dentro de su ángulo de visión. De esta forma, estos detectores pueden ayudar a encender y apagar las luces del hogar de forma muy sencilla y permitiendo así hacer un mayor ahorro de luz.
Comprender el mecanismo de funcionamiento de un sensor de movimiento es muy sencillo. Cuando la unidad receptora del sensor detecta algún movimiento en el área, la luz se activa de forma automática. Una vez el sensor deja de advertir una presencia o movimiento en la estancia, este también se apaga automáticamente.
Así, con la ayuda de estos sensores, es posible lograr un mayor ahorro en la iluminación del hogar, pues con un sensor de movimiento contamos con la seguridad de que las luces de la casa solo se encenderán cuando sea necesario.
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¿Dónde se ponen los sensores de movimiento?
Instalar un sensor de movimiento en el hogar es un proceso bastante sencillo de llevar a cabo. No obstante, es muy importante saber dónde colocar los sensores para obtener la mejor eficacia.
Los sensores de movimiento pueden colocarse en casi cualquier sitio. Dentro de una vivienda pequeña o piso, lo más útil es colocarlos en el techo o paredes, en lo alto de los pasillos, en estancias como el salón o el baño, en los interiores de los armarios, en los peldaños de las escaleras, o incluso en el balcón o terraza.
Si, por otro lado, se quiere instalar sensores de movimiento en un chalet o en una casa más grande, se deben tener en cuenta lugares como el acceso o entrada, el garaje, el cuarto de calderas, el jardín o la piscina.
Sea cual sea el lugar donde quieras instalar los sensores de movimiento, lo más importante es seguir unas reglas básicas. Si los sensores de movimiento van a instalarse en el interior, lo ideal es que se coloquen a una altura mínima de 2,5 metros. También, es vital que se establezca muy bien el ángulo de detección para así permitir que su funcionalidad sea mayor.
¿Cuántos watts consume un sensor de movimiento?
Es lógico que antes de instalar un sensor de movimiento en nuestro hogar, queramos conocer cuál es el gasto o consumo total que puede realizar este aparato de forma mensual o anual.
La ventaja de los sensores de movimiento es que realizan un muy bajo consumo en comparación con otros aparatos electrónicos. De media, un sensor de movimiento supone un consumo inferior a 0.5 W/h. No obstante, esto puede variar en función del modelo o potencia del dispositivo, ya que existen algunos sensores más potentes en el mercado que pueden llegar a 8W.
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¿Cuánta energía se puede ahorrar con los sensores de movimiento?
Mantener iluminados los espacios y estancias del hogar sin necesidad es un gasto innecesario que nos podemos ahorrar si apostamos por introducir en nuestro hogar los sensores de movimiento. Es común que muchas veces las habitaciones queden iluminadas debido a un descuido, o que se dejen las luces de una estancia encendidas pese a que ya no hay nadie en la misma, pero este es un mal hábito que, de no tenerlo en cuenta, puede incrementar notablemente el precio de la factura de la luz.
Para lograr un gasto innecesario de energía eléctrica en nuestros hogares, lo más efectivo es instalar sensores de movimiento para ayudarnos a no derrochar luz y, al mismo tiempo, ayudarnos a reducir el gasto de la factura eléctrica de forma muy sencilla.
Como ya hemos apuntado anteriormente, el consumo que produce un sensor de movimiento es tan bajo que merece la pena invertir en ellos, ya que su pequeño consumo es capaz de compensarse a la larga al evitar el derroche eléctrico que se produce por no hacer un buen uso de la iluminación en el hogar.
La energía que se puede ahorrar con los sensores de movimiento es casi de un 60%, lo cual es toda una ventaja para aquellos que apuestan por iluminar su casa mediante los sensores que suelen tener un gasto de 0.5 W. En este sentido, es bueno hacer la comparación con una bombilla de bajo consumo, ya que estas suelen consumir en torno a 100W. Por tanto, con este dato se puede comprobar que, en efecto, los sensores de movimiento realizan un consumo eléctrico menor.
De este modo, se puede decir que si existe un ahorro real si se decide apostar por los sensores de movimiento en los hogares, ya que, no solo son muy cómodos, prácticos y eficientes, si no que también suponen lograr un mayor ahorro eléctrico mensual o anual. Además, también tienen un gran componente de seguridad, pues al usarse en los exteriores, también conducen a los habitantes de la casa la certeza de saber en todo momento si se detecta un movimiento exterior.