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Diferencias entre las pilas recargables y tradicionales
Las pilas recargables son un gran invento de la tecnología moderna, pues, a diferencia de las pilas tradicionales salinas y alcalinas, estas se pueden recargar cuando se les haya agotado la batería, como su propio nombre indica.
Existen además diferentes tipos de pilas recargables, en función de los materiales de los que están compuestas. Por un lado, las pilas más antiguas son las de níquel cadmio, que ya no se suelen utilizar actualmente, pues además de tener una vida útil más corta, también son menos eficientes, perdiendo capacidad de carga si no se descargan primero por completo.
También existen pilas recargables de ión litio, que son las más potentes, pues tienen una mayor resistencia y vida útil, además de una mayor capacidad para albergar más carga que las demás. El único inconveniente que presentan es que tienden a ser más caras, precisamente porque son de mejor calidad.
Finalmente, las pilas de níquel e hidruro metálico recargables son las más habituales en el mercado, pues tienen una buena duración y una capacidad de carga muy buena, además de no tener efecto memoria, de modo que no funcionan peor si se las carga antes de que se hayan descargado por completo.
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¿Cuánto tardan las pilas recargables en cargar?
El tiempo de carga de las pilas recargables puede variar en función de la marca, el modelo, el tipo de pila y el cargador utilizado.
Por lo general, cada fabricante de cargadores de pilas indica en sus instrucciones o en el paquete el tiempo de carga, pero es un dato que hay que saber interpretar. Además, cuanto más grande es la pila, obviamente, más tardará en cargar.
El dato suele aparecer reflejado en mAh, es decir, miliamperios por hora. Un cargador que sea capaz de cargar 2 x 200 mA puede cargar dos pilas de 200 miliamperios en una hora, mientras que uno de 2 x 1500 mA podrá cargar pilas de mayor tamaño, o las mismas pilas en menos tiempo.
El número de pilas cargadas también afecta al resultado, ya que la energía se divide entre todas ellas. Por lo general, y teniendo en cuenta todos estos factores, el tiempo de carga puede variar desde menos de una hora a varias horas, si se trata de muchas pilas grandes completamente descargadas.
¿Cuántas veces se pueden cargar?
Para saber cuántas veces se pueden cargar las pilas recargables es necesario tener en cuenta dos factores.
Por un lado, cada tipo de pila, según su tamaño, su modelo y su marca, tendrá unas características diferentes, pero por lo general cada fabricante suele indicar el número de ciclos de cada batería, es decir, el número de veces que se puede recargar sin que pierda utilidad o eficiencia.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta el tiempo de vida. Incluso aunque no se hayan agotado todos los ciclos, cada pila tiene un tiempo de vida, que suele ser bastante largo, pero que hay que tener en cuenta. Una vez pasado el tiempo indicado por cada fabricante la pila comenzará a perder eficiencia y dejará de ser útil.
Habitualmente, si se respeta el tiempo de vida de una pila recargable, esta se puede volver a cargar más de 1000 veces, y en muchas ocasiones más de 1500 veces.
¿En qué aparatos pueden usarse pilas recargables?
En principio, las pilas recargables son un excelente sustituto de las pilas comunes, porque se pueden utilizar en la mayor parte de los aparatos de uso habitual. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas limitaciones que solamente afectan a las baterías recargables, y que tienen que ver con su composición interna.
Como norma general, se debe evitar el uso de pilas recargables en aparatos sumergibles, pues son más peligrosas que las pilas alcalinas bajo el agua.
También hay que tener en cuenta que algunos aparatos electrónicos están específicamente diseñados para no ser utilizados con pilas recargables, y así está indicado por el fabricante. Por esta razón, es importante leer siempre antes las instrucciones para comprobar que el uso de pilas recargables está recomendado en cada situación.
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Consejos para alargar la duración de las pilas recargables
Las pilas que se pueden recargar ofrecen una gran ventaja frente a las pilas convencionales salinas y alcalinas, pero al mismo tiempo hay que saber utilizarlas para poder sacarles todo su potencial.
Es importante almacenar correctamente las baterías, ya que algunas condiciones externas, como las altas temperaturas, pueden reducir drásticamente su tiempo de vida útil.
Aunque las pilas modernas ya están protegidas contra el conocido “efecto memoria”, es una buena práctica la de dejar que las pilas se descarguen por completo antes de volver a cargarlas.
Si quieres darles a tus pilas una vida más eficiente, también debes invertir en un buen cargador, ya que te ahorrará problemas en el futuro.
Además, recuerda siempre cuidarlas de golpes y no utilizarlas nunca en aparatos en los que no está recomendado su uso.
Si sigues estos sencillos consejos, podrás aprovechar al máximo la gran utilidad que te ofrecen las pilas recargables y lograrás ahorrar energía, ayudando también a mantener un medio ambiente más sostenible.
