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El origen de la energía subterránea: No creerás lo que se esconde bajo tus pies.
La energía subterránea es una forma de energía renovable que se forma a partir de procesos geológicos que ocurren en las profundidades de la Tierra.
Todo se origina con el calor interno del planeta, generado por el núcleo ardiente y las reacciones nucleares que tienen lugar en su interior. Este calor intenso se transmite a través de rocas y mantos terrestres, calentando el agua subterránea y formando acuíferos calientes. ¡Sí, has oído bien, acuíferos calientes!
Estas reservas de agua subterránea alcanzan altas temperaturas y generan vapor, que a su vez se convierte en una fuente de energía valiosa. Es a través de la tecnología geotérmica que podemos aprovechar esta energía en forma de calor o electricidad, utilizando pozos perforados en la corteza terrestre para capturar el vapor y convertirlo en energía utilizable.
Si bien es cierto que la energía subterránea está por todas partes, solo se puede aprovechar en sitios con unas condiciones físicas concretas y lugares apropiados, como fuentes termales, géiseres y volcanes.
Hoy en día, existen dos formas principales de producir electricidad con la energía geotérmica: la baja temperatura y la alta temperatura. La baja temperatura es cuando el agua subterránea, a unos 20°C a 150°C, se encuentra con una fuente de calor a pocos cientos de metros bajo tierra. ¡Con eso podemos calentar edificios y generar electricidad!
Por otra parte, la alta temperatura es cuando el agua subterránea, más de 150°C, se cruza con una fuente de calor a varios kilómetros de profundidad. ¡Y con esa temperatura tan alta, directamente producimos electricidad sin necesidad de convertirla ni nada!
La energía subterránea es una maravilla que nos regala la naturaleza. Y lo bueno es que podemos aprovecharla de diferentes formas para seguir avanzando hacia un futuro sostenible.
Eligenio: Elegir bien, es genial
¿Cuáles son sus ventajas?
La energía subterránea es una fuente renovable, lo cual significa que no se agota. Además, no contamina el medio ambiente porque no emite gases de efecto invernadero ni produce residuos. Pero estas no son sus únicas ventajas, sigue leyendo para conocer todos los beneficios que puede proporcionar la energía subterránea.
- Disponibilidad constante: A diferencia de otras fuentes de energía, como la solar o la eólica, la energía subterránea está siempre ahí, sin importar si hace sol o hay viento. Es una disponibilidad continua, las 24 horas del día, los 365 días del año. ¡No hay descanso para esta energía!
- Estabilidad asegurada: No hay altibajos con la energía subterránea. No depende de las fluctuaciones del clima o el medio ambiente. Es estable y confiable, siempre a tu disposición. Puedes contar con ella para cubrir tus necesidades energéticas sin preocuparte por imprevistos indeseados.
- Ahorro económico: Aunque no lo creas, la energía subterránea es una opción muy económica. A largo plazo, te permite ahorrar en costos de energía. Al aprovechar el calor del subsuelo, reduces la necesidad de combustibles fósiles y los gastos asociados. ¡Es como ganar dinero mientras cuidas del planeta! Y lo mejor de todo, no necesitas fósiles para producirla, ¡así que sale muy barata!
- Múltiples usos: La energía subterránea es versátil, por lo que puede ser aprovechada de diferentes formas, desde climatizar edificios y calentar agua hasta generar electricidad. No hay límites para lo que puedes hacer con ella. ¡Es como tener un comodín energético bajo tierra!
Cómo aprovechar la energía subterránea y sacarle el máximo partido a tu suelo
La energía subterránea es muy versátil, ya que puede ser usada para distintas metas, como calentar edificios, calentar piscinas o proporcionar agua caliente para el uso doméstico. ¿Y cómo se aprovecha? Para ello, se necesita un sistema de captación de calor. Imagínate, unos tubos enterrados en el subsuelo que atrapan el calor y lo llevan a la superficie para que lo podamos usar como queramos.
Pero espera, que aún hay más. También podemos usar la energía subterránea para producir electricidad. ¿Cómo? Pues tan solo necesitamos una planta de generación de energía geotérmica. Es decir, una planta con unos pozos bien verticales u horizontales y con un sistema que bombea agua subterránea para sacar ese calor del subsuelo. De esta forma, el calor obtenido se usa para calentar un líquido a presión, que luego hace girar una turbina y así generamos electricidad a lo grande.