
¿Qué es un relé térmico y para que se utiliza?
Si quieres saber más sobre estos componentes, qué es un relé térmico, para qué sirve y cuáles son sus principales características, aquí vas a poder encontrar toda la información que necesitas y que estabas buscando.
Índice de Contenidos
¿Qué es un relé térmico?
Un relé térmico es un dispositivo encargado de proteger un motor eléctrico. Es una pieza que se une al motor con una placa bimetálica y detecta calentamientos o sobrecargas para saltar a tiempo, cortando la electricidad y evitando así problemas mayores o daños en el sistema.
Lo bueno de estos dispositivos es que, al funcionar con una placa que salta o se activa de forma automática según detecta que las condiciones son adversas u óptimas, el motor eléctrico puede volver a funcionar de forma automática cuando ha pasado el peligro de sobrecarga o calentamiento.
Los relés térmicos pueden funcionar con corriente alterna y continua, y pueden configurarse para su reencendido manual. La placa que detecta las sobrecargas se fabrica con níquel, hierro y latón, y existen varios modelos para adaptarse al tipo de motor que se necesite.
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Funciones de un relé térmico
Un relé térmico es un dispositivo con una gran cantidad de utilidades. A pesar de su pequeño tamaño y su diseño aparentemente sencillo este tipo de sistemas de seguridad tiene una larga lista de funciones que son aprovechadas en una gran cantidad de ocasiones diferentes:
- La función principal del relé es detener el funcionamiento de un sistema eléctrico cuando detecta una fluctuación o sobrecarga inesperada para proteger los elementos más sensibles.
- También testea constantemente el motor eléctrico para encontrar mayores problemas que deban ser solucionados.
- Al ser automático evita que la parada de un sistema eléctrico demore más de lo necesario, reduciendo el tiempo de búsqueda del origen del problema.
- Como protege los motores eléctricos también ahorra dinero a la larga, ya que evita tener que sustituir las piezas dañadas.
- No solo protege el motor, sino que también evita problemas en la línea de alimentación.
- Los modelos más avanzados se pueden ajustar de forma remota, facilitando así en gran medida el trabajo.
- Se pueden ajustar los tiempos de disparo de los relés para lograr una mayor precisión y un mejor nivel de seguridad.
- Aunque no evita problemas de los motores derivados del daño que reciba alguna pieza del motor por cuenta propia, sí que sirve de método de seguridad para evitar accidentes entre los trabajadores de las plantas eléctricas.
Tipos de relé térmico
Los relés térmicos son piezas avanzadas que se utilizan para diferentes tipos de motores eléctricos, de modo que se necesitan diferentes modelos para poder cubrir todas las situaciones posibles. Estos son los tres tipos principales de relé térmico que se pueden encontrar:
- Relé diferencial: es el más utilizado en cuadros industriales automatizados, donde detecta desequilibrios de las fases y cortes inesperados. Opera normalmente con dos regletas para conseguir una precisión óptima.
- Relé compensado: lo bueno de este modelo es que no le afectan los cambios en la temperatura del ambiente, para lo cual se sirve de una placa compensatoria de la que toma su nombre. Es la opción preferida para lugares con temperaturas extremas o cambios bruscos que puedan afectar a la dilatación de las placas.
- Relé tripolar: este tipo de relé es el más común, y a pesar de su nombre se puede adaptar a los sistemas monofásico, bifásico y trifásico, de modo que su principal característica es la ventaja de poder adaptarse a diferentes tipos de cuadros eléctricos.
Relé térmico o guardamotor: ¿es lo mismo?
En algunas ocasiones podría ser conveniente escoger entre relé térmico o guardamotor, ya que no son exactamente lo mismo.
Un relé térmico se encarga de detectar un aumento en la temperatura derivado de un consumo excesivo, mientras que un guardamotor, que también se encarga de proteger los motores eléctricos frente a subidas inesperadas, se basa en la detección de cortocircuitos o sobrecargas del sistema, sin tener en cuenta la temperatura.
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Relé térmico: funcionamiento
El relé térmico tiene un funcionamiento bastante sencillo de comprender.
Este sistema de protección se basa en dos placas formadas por una aleación de metales que son sensibles a los cambios de temperatura. El relé térmico se conecta al motor eléctrico y comienza a detectar la temperatura generada por el paso de la corriente.
La corriente sufre fluctuaciones internas de forma constante, de modo que los relés tienen por lo general un margen de error ajustable para no saltar a la mínima de cambio y detener el motor cuando aún es seguro.
Sin embargo, cuando el sistema sobrepasa cierta temperatura las placas de metal se dilatan de forma automática y hacen saltar el relé, deteniendo el sistema para evitar daños irreparables.
Algunos relés térmicos necesitan reanudarse de forma manual, mientras que otros pueden volver a funcionar cuando la temperatura baja y el metal de las placas se contrae de nuevo, volviendo a su tamaño original.
Estos sistemas son muy avanzados, y permiten ajustar el grado de margen de error que se permite a las placas, el tiempo de disparo, el modo de reinicio e incluso la posibilidad de llevar a cabo todos estos ajustes a distancia, para no tener que intervenir de forma física en un cuadro eléctrico que sea de difícil acceso o que conlleva un problema mayor que la solución que se intenta conseguir.