
Sensores de movimiento: tipos y cómo funcionan
Índice de Contenidos
Tipos de sensores de movimiento
Los sensores de movimiento son una excelente alternativa para mejorar la seguridad y ahorrar en el consumo de energía. Son dispositivos diseñados para detectar movimiento en un área determinada. Según la tecnología que empleen, diferenciaremos entre detectores pasivos y activos.
Sensores de movimiento infrarrojos
También denominado “detector PIR” (passive infrared), detecta la variación de radiaciones infrarrojas en la zona que cubre, es decir, que reacciona al calor del cuerpo humano o fuentes de energía como cualquier animal en movimiento.
Por esta razón, cuando se instalan y activan por primera vez, el detector capta la radiación infrarroja del ambiente. Una vez que se obtiene una imagen estable, el sensor activará la alarma en cuanto experimente una variación de la radiación.
Es frecuente que este tipo de sensores integren un filtro especial de luz que descarta posibles detecciones falsas causadas por la luz visible, como los rayos del sol.
Sensores de movimiento con ultrasonido
Este tipo de sensores de movimiento emiten una onda ultrasónica y miden el tiempo en que la señal tarda en regresar tras rebotar contra el objeto. Para ello, el obstáculo debe encontrarse dentro del perímetro que abarca el sensor; puede ir desde unos pocos centímetros hasta varios metros.
El mundo de la robótica y el automóvil se vale de este tipo de aparatos para evitar el choque contra objetos que pueda haber alrededor.
Sensores de movimiento por microondas
Compuestos por una antena que transmite una radiación de ondas al ambiente, estos sensores de movimiento las reciben y analizan que los parámetros de la información se mantengan estables. En caso de existir cualquier intruso, estas ondas se reflejarán en la persona u objeto y regresarán al sensor con un desfase de frecuencia. Entonces, el sistema detectará una variación y activará la condición de alarma. Es similar al PIR, aunque tiende a ser más sensible.
Sensores de movimiento por vibración
También conocidos como sensores piezoeléctricos, estos dispositivos sirven para registrar el desplazamiento y la velocidad. Para poder obtener esta información y ser lo más exacta posible, los sensores de movimiento por vibración no solo se caracterizan por una gran sensibilidad, sino también por cubrir un amplio rango de frecuencia y medición.
La mayoría de sus aplicaciones se da en laboratorios e industrias.
Sensores de movimiento mixtos
Esta clase es la más avanzada, pues utiliza una combinación de dos tecnologías diferentes para su funcionamiento. Su principal ventaja es que el margen de error se reduce drásticamente, pues, a su vez, aumenta el rango de sensibilidad y el área que cubre.
Los sensores de movimiento mixtos están indicados para superficies más grandes, como teatros, salas de reuniones o aulas.
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¿Cómo funciona un sensor de movimiento?
Estos aparatos son dispositivos capaces de detectar movimiento en un perímetro determinado. Para ello, emiten y reciben señales a través de una unidad emisora y otra receptora, ambas conectadas entre sí. Según su tecnología y funcionalidad, una vez que el sensor capta un cambio en el medio, activa una cámara de grabación o una alarma.
En función del proceso de emisión y recepción, los sensores de movimiento pueden dividirse entre:
- Activos: son aquellos sistemas compuestos por elementos que emiten algún tipo de energía para detectar el movimiento, ya se trate de microondas, luz o ultrasonido.
- Pasivos: a diferencia de los anteriores, los sensores de movimiento pasivos no producen ninguna señal en el área. En su lugar, registran a través de infrarrojos el calor emitido por los cuerpos y activan la señal de alarma cuando se producen cambios bruscos de temperatura. El detector PIR es un buen ejemplo de este tipo de sensores.
- Duales: tal y como sucede con los mixtos, los sensores duales son aquellos que incorporan una tecnología tanto activa como pasiva. Por esta razón, cuentan con una doble verificación para confirmar la alerta y evitar falsos positivos debidos a la presencia de mascotas.
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Los usos más frecuentes de los sensores de movimiento o presencia
Los sensores de movimiento tienen aplicaciones de lo más diversas. Son muy frecuentes en zonas de paso para iluminar parkings, baños públicos, pasillos y jardines, donde el tránsito es puntual y se facilita el ahorro en el consumo de energía; y para activar compuertas en lugares públicos.
Así mismo, los sensores de presencia también suelen formar parte de los sistemas de seguridad para proteger el hogar o un negocio de posibles intrusos. Además, estos dispositivos no solo son de fácil instalación y precisan de poca energía, sino que una correcta instalación hará que pasen desapercibidos ante cualquier extraño.
Otra de los usos más habituales de los detectores de movimiento es activar o desactivar los sistemas de climatización y ventilación.
Los sensores de movimiento son una opción económica y discreta de proteger lo que más importa e incrementar la eficiencia energética. ¿Cuál es el detector más adecuado para tu caso particular?