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 10 soluciones para el cambio climático

10 soluciones para el cambio climático

Encontrar soluciones para el cambio climático es algo fundamental si queremos seguir disfrutando de nuestro planeta. Hoy te traemos 10 de ellas.

10 soluciones para el cambio climático

Nuestra forma de vida actual provoca grandes estragos en el bienestar del planeta y altera el equilibrio de la flora y la fauna en sus entornos naturales. Nuestra acción para perpetuar la especie humana no es sostenible y tiene consecuencias directas en el ecosistema.

Por suerte, cada vez hay más soluciones para el cambio climático que practicar. Desde reutilizar bolsas de compra hasta ser responsable con el uso del agua, podemos ser quienes ayudemos a reducir los efectos de la producción industrial y la quema de residuos.

¿Qué podemos hacer para frenar el cambio climático?

El cambio climático, acelerado por los abusos de nuestros sistemas, es la pieza clave que explica el aumento paulatino de sequías, terrenos inundados por la descongelación de los polos, el desequilibrio de los ecosistemas y la desaparición de muchas especies de animales y plantas.

El progreso preocupante del calentamiento global exige que pongamos nuestro grano de arena para revertir los daños causados en el planeta. Reciclar, usar energías renovables y reducir nuestros residuos diarios son algunas medidas útiles que podemos llevar a cabo.

1. Utilizar iluminación más eficiente

Como seguramente ya sabemos, el tipo de iluminación que utilizamos en casa puede ser un gran obstáculo para el buen estado de la Tierra. Desde hace unas décadas, la luz LED se ha visto como la alternativa para frenar la contaminación y la producción de residuos.

Dado que las bombillas LED son tan eficientes energéticamente, no solo vamos a ahorrar más dinero en nuestras facturas de luz, sino que también podemos respirar tranquilos al saber que estamos ayudando a combatir el cambio climático de una forma más consciente.

3. Desconectar aparatos electrónicos

Tener los aparatos electrónicos en funcionamiento cada día provoca desgaste energético que, a su vez, aumenta las emisiones de CO2 todos los años. Como no siempre estamos usando dispositivos electrónicos, desconectarlos puede quitarle un gran peso al planeta.

Es una buena idea, por ejemplo, apagar el ordenador, el móvil y desconectar todos los electrodomésticos que podamos antes de irnos a dormir y en los casos en que vayamos a estar fuera de casa durante mucho tiempo. Así reduciremos la contaminación ambiental.

4. Optimizar el agua en casa

Una forma de devolver el equilibrio a los ecosistemas, disminuir las sequías y evitar que los terrenos se inunden es ser responsable con el uso del agua. Si somos más conscientes del consumo de agua, ayudamos a que no haya escasez y a que esté menos contaminada.

También ayudamos a reducir nuestra huella hídrica al usar menos agua caliente, elegir ducharnos en vez de llenar la bañera y cerrar los grifos siempre que no necesitemos agua. Todos estos hábitos hacen que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por ejemplo, ducharnos en cinco minutos implica ahorrar alrededor de 3.500 litros de agua al mes. Lo mismo ocurre si ponemos la lavadora solamente cuando tenemos la cesta de ropa sucia llena. Esta es la forma en que comprendemos que el agua también es un lujo.

4. Reutilizar bolsas de la compra

No cabe duda de que hacer un uso reiterado de nuestras bolsas de compra significa que la producción de residuos plásticos se reduce drásticamente. Incluso si las bolsas son de plástico, reutilizarlas significa que no agotamos más materia prima de forma innecesaria.

Algo que tenemos que tener en cuenta es que las bolsas de plástico se degradan en mil años. Si realmente queremos ayudar al medio ambiente, tenemos a nuestra disposición un material muy resistente que nos sirve para transportar nuestros alimentos de la compra.

En caso de no tener ninguna bolsa de la compra en casa, deberíamos asegurarnos de adquirir bolsas de papel siempre que podamos, dado que la producción de este material es más sostenible que la de plástico y es un residuo algo más respetuoso con el planeta.

5. Reducir nuestros residuos diarios

La tercera razón por la que producimos tantas emisiones de metano se debe a la alta cantidad de desechos orgánicos que lanzamos a los vertederos. Esto quiere decir que el cambio climático se acelera a pasos agigantados por la excesiva retención de calor.

Para poder reducir las emisiones de CO2 y evitar la retención de calor que intensifica el calentamiento global, podemos hacer una recolección de los desechos y destinarlos a usos útiles, como la creación de compost para las plantas o la fabricación de pienso animal.

Cuando no podemos usar ciertos desechos orgánicos, la incineración a cielo abierto es una buena práctica para disminuir las emisiones fósiles y de CO2 biogénico. Todas estas prácticas pueden hacer que las emisiones de metano se reduzcan en una media del 95%.

6. Consumir productos locales y de temporada

Parte de la sostenibilidad que buscamos para el bienestar del planeta se logra comprando y consumiendo materia prima local que es de temporada. Cuando apoyamos la agricultura y la ganadería local mitigamos el cambio climático, además de sanear la economía.

Hemos de pensar que el transporte de mercancías por todo el planeta es un factor principal en la emisión de gases de efecto invernadero. Promover el desarrollo local sostenible quiere decir que ayudamos a preservar la biodiversidad y reducir el consumo energético.

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7. Comprar a granel

Comprar frutas, verduras y frutos secos a granel es una estrategia inteligente que nos ayuda a combatir el uso del plástico en el día a día y, a largo plazo, obliga a las industrias a dejar de producir un material que genera residuos difíciles de eliminar sin contaminar.

Solamente en 2018 se supo que había alrededor de 85.000 toneladas de plástico flotando en las aguas del Pacífico. La iniciativa internacional de Residuo Cero (Zero Waste) busca disminuir al máximo el uso de plástico y sustituirlo por bolsas de tela o de red y recipientes.

Nosotros también podemos optar por la misma práctica para luchar contra la producción y generación de residuos plásticos que están contaminando el medio ambiente a un ritmo acelerado. En 2022, la Ley de residuos y suelos contaminados se creó con este fin.

8. Cambiar a energías renovables

Los combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, que son los causantes de más del 75% de emisiones de gases de efecto invernadero y casi el 90% de CO2 en todo el mundo, pueden combatirse usando energías renovables que son verdes y seguras para el planeta.

El sol, el agua y el viento son algunos ejemplos de energías renovables que podemos utilizar de forma responsable, sabiendo que no estamos dañando el planeta. La ciencia ya ha explicado que en 2050 debe alcanzarse el cero neto en emisiones de gases tóxicos.

9. Elegir métodos de transporte sostenibles

Actualmente existen muchas alternativas de transporte que podemos usar para dejar atrás el vehículo de combustión. Los medios de transporte terrestres y marítimos que funcionan con gas natural se están haciendo cada vez más populares porque disminuyen la emisión de CO2.

Cuidar del tipo de transporte que utilizamos es importante, ya que este sector es el que más emisiones de gases de efecto invernadero está provocando a una rapidez extrema. En todo el mundo, solamente el transporte genera alrededor del 20% de emisiones de CO2.

10. Poner en práctica las 5 Rs

Hace décadas, GreenPeace comenzó una iniciativa que desarrolla conductas conscientes en la conservación del medio ambiente, llamadas las 5 Rs: reducir, reparar, recuperar, reutilizar y reciclar. Las empresas, instituciones y personas pueden practicarlas por igual.

El acto de reparar, por ejemplo, consiste en intentar arreglar cualquier dispositivo de nuestra casa antes que hacer compras innecesarias. Si tenemos un ordenador roto, reparar la pieza que está en mal estado puede ahorrarnos dinero y dar un respiro a todo el medio ambiente.Lo mismo podemos decir si nos centramos en reciclar productos. Llevar los bienes de vuelta a una fábrica significa darles la oportunidad de convertirse en productos nuevos con utilidad. Al reciclar papel y cartón, por ejemplo, estamos evitando que se talen árboles en exceso.