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Tipos de radiadores, ¿cuál consume menos?
La actual situación económica, el cambio climático y la subida del precio de la luz han hecho que calentar la casa en épocas de frío sea un verdadero desafío. Por suerte, el mercado ofrece varios tipos de radiadores que son de bajo consumo y eficientes con la energía.
En este post te ayudamos a elegir el mejor radiador según el material y la fuente de calor que prefieras para pasar el invierno cómodamente sin notar una subida en las facturas.
Tipos de radiadores según la fuente de calor
Si nos interesa elegir un tipo de radiador según la fuente de calor que emplean para funcionar, el mercado ofrece dos alternativas que utilizan agua o electricidad:
Radiadores de calefacción de agua
Los radiadores de calefacción de agua son tipos de radiadores que crean un ambiente cálido en casa a base de producir agua a temperaturas muy altas con la ayuda de un generador de calor. Este generador es una bomba de calor o una caldera, por ejemplo.
Con la ayuda del proceso de convección, el calor se transmite del agua al aire exterior. La intensidad del calor, no obstante, está directamente sujeta a la temperatura del agua: si la temperatura es muy alta, es lógico que el calor que emitirán estos radiadores será mayor.
Al mismo tiempo, cuanto más calor emiten los radiadores de calefacción de agua, mayor será el gasto de energía que producen. Por eso el mercado también ofrece radiadores de agua de baja temperatura, que generan el máximo calor a una temperatura de 40ºC.
Dentro del grupo de los radiadores de agua de baja temperatura podemos elegir entre aparatos estáticos, que utilizan un sistema de tubería de cobre, o aparatos dinámicos, que utilizan un sistema de ventiladores en el interior para hacerlos bastante potentes.
Radiadores de calefacción eléctricos
Los radiadores de calefacción eléctricos son mucho más cómodos que los radiadores de calefacción de agua, ya que los primeros no requieren tanta instalación y son fáciles de colocar en casas, locales y oficinas que no tienen una demanda de calefacción excesiva.
Dependiendo de la tecnología, el mercado tiene un montón de alternativas de radiadores eléctricos, como los de bajo consumo, que son perfectos para viviendas que no necesitan mantener el radiador en funcionamiento más de cinco o seis horas a lo largo del día.
El radiador eléctrico de tecnología seca, en cambio, no utiliza fluido térmico como sí que ocurre con los radiadores de bajo consumo. Lo que este radiador hace para generar calor es usar una resistencia eléctrica que calienta el material incluido dentro de su sistema.
Este material puede ser aluminio o chapa, por ejemplo, y dependiendo de sus capacidades térmicas el radiador eléctrico de tecnología seca calentará más o menos una vivienda. El radiador eléctrico de baja temperatura, en cambio, es óptimo para colegios o residencias.
Este es uno de los tipos de radiadores que emiten calor sin correr riesgos de que la temperatura de superficie sea mayor de los 60ºC. Es, por tanto, uno de los radiadores más seguros para proteger a las personas que están dentro de un inmueble.
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Tipos de radiadores de calefacción según el material
Si nos interesa elegir un aparato capaz de emitir calor en base al material con el que está fabricado, podemos encontrarnos con tres tipos de radiadores actualmente en el mercado:
Radiadores de hierro fundido
Los radiadores de hierro fundido son uno de los radiadores más antiguos y resistentes que podemos adquirir. No obstante, todavía se siguen instalando en ciertas instituciones, como en los colegios, y en ciertas casas donde prima el gusto por la decoración vintage.
Estos aparatos también se caracterizan por poseer mucha inercia térmica y mantener el calor durante un tiempo, incluso después de haberse apagado. Al mismo tiempo esto quiere decir que a los radiadores de hierro fundido les cuesta más llegar al punto térmico óptimo.
Cabe destacar que los radiadores de hierro fundido pesan bastante y son caros, aunque es cierto que aguantan muy bien los golpes y resisten la corrosión durante mucho tiempo.
Radiadores de aluminio
Los radiadores de aluminio son mucho más baratos que los radiadores de hierro fundido, ya que su inercia térmica es escasa y no consiguen preservar el calor una vez están apagados. Lo que esto quiere decir es que los radiadores de aluminio calientan la casa rápidamente.
Al contrario que los radiadores de hierro fundido, estos aparatos son bastante ligeros y se pueden instalar con más facilidad. Algo que tanto los radiadores de aluminio como los radiadores de hierro fundido tienen en común es que los dos resisten muy bien la corrosión.
El funcionamiento de los radiadores de aluminio, sin embargo, se basa en la emisión de calor mediante convección al 80% y con radiación al 20%.
Radiadores de acero
Los radiadores de acero son muy distintos a los de aluminio, ya que estos tipos de radiadores usan el método de radiación para emitir la mayor parte del calor. Además, el precio por adquirir un radiador de acero es ligeramente más alto que el de aluminio.
Mientras que un radiador de hierro fundido tiene mucha inercia térmica, esto no ocurre con el radiador de acero debido a las características del material de chapa de acero del que está compuesto. Al igual que los demás tipos de radiadores, el de acero resiste la corrosión.
¿Qué radiadores consumen menos y calientan más?
Los radiadores que más eficientes son con la energía y más calientan son los de agua a baja temperatura, que generan una temperatura máxima de 40ºC a base de utilizar el método de convección. Esta forma de funcionar no requiere mucho consumo energético.