¿Qué es y para qué sirve la electrólisis?
El proceso de electrólisis es aquel mediante el cual se produce una separación de un compuesto químico determinado por medio de la electricidad.
La electrólisis es, por tanto, un proceso de oxidación producido por la liberación de electrones por los aniones en el ánodo, y de reducción al ser capturados los electrones por los cationes en el cátodo. Este proceso se realiza en el interior de las celdas electroquímicas (también llamadas celdas electrolíticas).
Usos de la Electrólisis
El uso de la electrólisis está bastante extendido en el sector de la metalurgia. Esta se utiliza en la producción de aluminio, sodio, ácido clorhídrico, cloruro de potasio, litio y magnesio, entre otros. También se utiliza en la producción industrial para crear combustibles o soldaduras mediante la producción de hidrógeno. Al mismo tiempo, es utilizada en soluciones salinas para producir cloro o hipoclorito, un elemento imprescindible para higienizar el agua de las piscinas. Y por último, también se utiliza para evitar la corrosión de metales, lo que recibe el nombre de galvanoplastia.
¿Cuáles son los elementos principales de la electrólisis?
Para realizar el proceso de electrólisis se necesita una cuba o célula electrolítica donde se contiene la disolución en la que están inmersos los electrodos, y que, a su vez, alberga los siguientes elementos:
- Electrolito: es la sustancia ionizada que se contiene en la disolución de la cuba electrolítica.
- Electrodo positivo (ánodo): es la vara de metal que se conecta al positivo de la batería y el que se encarga de realizar la oxidación del anión.
- Electrodo negativo (cátodo): es la vara de metal conectada al negativo de la batería y el encargado de realizar la reducción del cátodo.
- Circuito eléctrico: es el encargado de conectar ambos electrodos a la batería.
¿Cuál es el proceso de electrólisis?
En primer lugar se aplica una corriente eléctrica continua a través de los dos electrodos conectados a la fuente de alimentación eléctrica. Cada electrodo atrae a los iones de carga opuesta; es decir, el ánodo o electrodo positivo atrae los iones negativos (aniones) mientras que el cátodo o electrodo negativo atrae a los iones positivos (cationes).
De esta forma, los iones negativos o aniones van cediendo los electrones al ánodo y los iones positivos o cationes van tomando los electrones del cátodo, produciéndose nuevas sustancias en esta transferencia de electrones e iones.
Finalmente, se da una reacción de oxidación-reducción, donde la fuente de alimentación es la que se encarga de aportar la energía necesaria para que este proceso ocurra.