Uno de los tipos de presas más comunes son las de gravedad, que destacan por su tamaño y por estar construidas con mampostería, hormigón o piedra.
¿Qué es una presa de gravedad?
La presa de gravedad está diseñada para hacer frente a grandes cantidades de agua. A través de sus materiales de construcción, la consistencia de la presa es suficiente para aguantar la presión horizontal del agua empujando contra ella. Este tipo de presas se encuentran diseñadas para que cada parte de ellas sea resistente e independiente de cualquier otra de sus áreas.
Por otro lado, este tipo de construcciones se pueden clasificar con respecto a su altura general. En un principio, nos podemos encontrar con una presa baja, la cual es considerada así si no pasa de los 30 metros. En segundo lugar, nos encontramos con una presa alta-media, que se sitúa en una altura entre 30 y 90 metros. Y, por último, está la presa alta, que pasa más allá de los 90 metros. Esto supone una altura bastante considerable con respecto a la media.
Partes de una presa de gravedad
Para poder clasificar las partes de este tipo de presa, lo que hay que tener en cuenta son los materiales con los que está hecha. Por eso, te vamos a enumerar las siguientes partes y lo que incluyen:
- Por un lado, se encuentran la parte de las presas hechas con hormigón en masa, las cuales a su vez están compuestas de hormigón convencional y también de concreto compactado con rodillo (RCC).
- También existen presas de gravedad de albañilería y presas de gravedad huecas.
Diferencias entre las presas de gravedad y las de arco o bóveda
Existe una diferencia fundamental entre lo que es una presa de gravedad y una presa de arco. Esta diferencia es su mecanismo resistente. Mientras que las presas de gravedad aprovechan su propio peso para resistir la presión horizontal del agua, las de arco, gracias a su curvatura, transfieren esta fuerza a los lados de las paredes donde se asienta, como si estas fueran muros de carga.
