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¿Qué son las comunidades energéticas?
Las comunidades energéticas son organizaciones o entidades jurídicas formadas por un conjunto de PYMEs, ciudadanos o administraciones, que se asocian y planifican sus recursos con el fin de lograr una autonomía energética, gracias a la implementación de medidas energéticas colaborativas que permiten suplir las necesidades de consumo de todos los edificios y usuarios de las mismas.
Este tipo de organización a pequeña y mediana escala de consumidores energéticos ofrece una gran cantidad de beneficios, ya que permiten alcanzar un nivel óptimo de eficiencia energética, además de aprovechar todos los beneficios de la autonomía, mediante sistemas de autoconsumo y una distribución completamente democrática de los recursos disponibles.
¿Cuántas comunidades energéticas hay en España?
A pesar de todos los beneficios y ventajas que reportan este tipo de comunidades energéticas, aún sigue siendo una idea en desarrollo, que se va implementando poco a poco incluso en algunos de los países más desarrollados, como es el caso de España.
En otros países del norte de Europa, como Países Bajos o Dinamarca, la cantidad de comunidades energéticas activas según las últimas estadísticas oscila entre las 500 y las 700, alcanzando en algunos casos la elevada cifra de 1750, como es el de Alemania, país puntero en este tipo de aprovechamiento de los recursos naturales.
En España la cantidad de comunidades energéticas vigentes según los últimos datos asciende a 33, una cifra baja si se compara con las de otros países europeos, pero que se espera ampliar y mejorar durante la transición energética que se va a ir dando poco a poco durante los próximos años.
¿Cómo se constituyen las comunidades energéticas locales?
Por lo general, cuando los consumidores oyen hablar sobre los beneficios de las comunidades energéticas, siempre se preguntan cómo se constituye una comunidad energética local, para saber en qué medida es posible aprovechar sus beneficios en un entorno concreto.
El primer paso para poder crear este tipo de comunidad es crear la entidad jurídica, que será de una naturaleza diferente según cada caso: una asociación, una cooperativa, una sociedad limitada, etc.
Posteriormente, las personas o entidades jurídicas que se hayan unido deben redactar el proyecto, para lo cual normalmente se debe contar con algún profesional o técnico especializado en este tipo de documentos, asegurando así que todos los puntos cumplen con la normativa vigente.
Si el proyecto técnico se consigue aprobar, será necesario conseguir toda la infraestructura que sea necesaria para poder llevarlo a cabo, de lo cual se encargarán los socios o componentes de dicha comunidad, así como de la administración y la organización interna.
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¿Qué actividades desarrollan?
Una comunidad energética no es solamente un elemento pasivo que se dedica a aprovechar recursos de su entorno, sino que cumple con una serie de actividades relacionadas con el sector energético que se deben tener en cuenta si se desea crear una de estas asociaciones.
Las actividades finales que desarrollarán las diferentes comunidades dependerán en gran medida de su naturaleza, su tamaño y el tipo de entidades que la compongan, pero por lo general se pueden encontrar las siguientes:
- Distribución, gestión y almacenamiento de la energía, ya que la consecución de un entorno de máxima eficiencia energética es uno de sus cometidos principales.
- Generación de energía renovable, verde y limpia, proveniente de instalaciones de autoconsumo de diversos tipos, así como de plantas de generación comunes a todos los miembros de la asociación.
- Servicios de eficiencia energética a vecinos y empresas locales, con la intención de reducir el impacto y aumentar la eficiencia del consumo de energía en la zona donde desarrolla su actividad.
- También se da el intercambio P2P de energía, entre empresas o particulares similares que generen energía pero tengan necesidades diferentes de consumo.
- En el caso de ser necesario y posible, puntos de recarga de baterías de coches eléctricos, con los que aumentar así el ahorro de energía y conseguir un mayor nivel de eficiencia energética y de modelo de consumo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
¿A qué retos se enfrentan las comunidades energéticas?
Aunque las comunidades energéticas están demostrando que son un éxito cuando se aplican correctamente, y que permiten establecer un modelo de consumo y generación de energía mucho más sostenible y eficiente, siguen enfrentándose a día de hoy con algunos retos e inconvenientes que aún es necesario sortear para poder lograr la mejora y la expansión de este tipo de comunidad por todo el mundo.
Algunas de estas dificultades se podrían resumir de la siguiente forma:
- Aún es necesario establecer un marco normativo oficial y regulado correctamente, para evitar así grandes diferencias entre entidades y organizaciones a la hora de crear una comunidad energética.
- Falta de financiación, que en muchas ocasiones es complicada de conseguir mediante una recaudación a PYMEs, instituciones o ciudadanos locales que se beneficiarían de la creación de una comunidad energética cercana.
- Un escaso número actual de proyectos, especialmente en España, que dificulta el establecimiento y la normalización de estas prácticas a gran escala.
- En general, una falta de comunicación, y dificultades burocráticas y de relación, tanto con gobiernos locales como con otras entidades administrativas y empresas locales.
- Por último, la dificultad de gestionar de forma interna y completamente democrática las comunidades energéticas, que aún necesitan un modelo firme y exitoso sobre el que basarse para asegurar un gobierno interno completamente justo y eficaz.