Las sobretensiones son un problema cada vez más común. Se pueden producir de forma permanente o transitoria, y en cualquiera de los dos casos pueden causar todo tipo de daños en nuestros equipos eléctricos.
Las sobretensiones son una subida de la potencia eléctrica que excede el voltaje nominal de un equipo. Estas ocurren por diferentes motivos, como por ejemplo, fenómenos atmosféricos o fallos en la red eléctrica.
Los daños que una sobretensión puede causar son variados, desde un simple cortocircuito hasta la destrucción total de un aparato eléctrico. Por suerte, los protectores de sobretensiones son una solución eficaz para evitar estos daños.
En este artículo te lo contamos todo sobre las sobretensiones eléctricas, los daños que producen y qué puedes hacer para evitarlos.
Índice de Contenidos
¿Qué son las sobretensiones permanentes y transitorias?
Como ya hemos mencionado, una sobretensión es un aumento repentino de la potencia eléctrica que supera de golpe el voltaje esperable por nuestros equipos domésticos o industriales. Pueden producirse por muchas razones distintas, desde tormentas eléctricas hasta problemas con el suministro de la red.
Las sobretensiones pueden ser permanentes o transitorias. Las permanentes se producen cuando la potencia eléctrica excede el voltaje nominal de un equipo durante un tiempo prolongado, mientras que las sobretensiones transitorias son subidas de tensión breves e imprevistas que se regulan solas al poco tiempo.
Mientras que las sobretensiones transitorias suelen ser provocadas por fenómenos atmosféricos, las permanentes se deben a la descompensación del voltaje y, por tanto, a la sobrecarga resultante.
¿Qué daños pueden ocasionar?
Los efectos de las sobretensiones, tanto permanentes como transitorias, van desde simples interrupciones breves de la operación del aparato eléctrico afectado hasta la destrucción total de componentes y piezas sensibles.
Así, por ejemplo, en sistemas informáticos podemos encontrarnos frente a una pequeña interrupción del funcionamiento del sistema, pérdida y corrupción de datos, fallos informáticos inexplicables, etc.
Pero además de esto, las sobretensiones transitorias degradan, sin que la persona lo note de primeras, los componentes y circuitos electrónicos de los aparatos a los que afectan, reduciendo la vida útil de los equipos y aumentando la posibilidad de averías en el futuro.
Por último, las sobretensiones transitorias más severas pueden estropear los componentes de los ordenadores poco a poco e incluso pueden destruir los equipos directamente. En algunas ocasiones, pueden llegar a originar un incendio.
Es por eso que es fundamental estar protegidos frente a estos problemas eléctricos si no queremos tener que lidiar con alguna de estas graves consecuencias.
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¿Cómo funciona un protector de sobretensiones?
Los protectores o limitadores de sobretensiones son dispositivos que se encargan de vigilar la aparición de sobretensiones eléctricas anormales y, en cuanto las detectan, actuar para evitar que estas lleguen a los equipos electrónicos.
La forma más común de funcionamiento de estos dispositivos es mediante la interrupción del circuito eléctrico al primer síntoma de sobretensión. Esto significa que, si hay un aumento repentino del voltaje en la red eléctrica, el protector se encargará de desconectar el circuito inmediatamente para evitar cualquier daño relacionado con la subida.
Una vez que la sobretensión ha pasado, el limitador o protector volverá a conectar automáticamente el circuito y nuestros equipos podrán volver a funcionar correctamente.
Tipos de limitador o protector de sobretensiones
Los protectores de sobretensiones son una solución muy eficaz frente al peligroso problema de las sobretensiones. Pero es importante tener en cuenta que no todos los modelos son iguales, y que cada uno está pensado para una clase de subida de tensión distinta.
A continuación, te contamos cuáles son los tipos de limitadores más comunes en el mercado actual.
Protector contra sobretensiones transitorias
Este tipo de protector se caracteriza por ser capaz de actuar frente a sobretensiones transitorias muy rápidamente, en cuestión de nanosegundos.
Por lo general, están pensados para sobretensiones de hasta 4000 V y pueden llegar a soportar sobretensiones puntuales de hasta 6000 o incluso 8000 V.
En la mayoría de los casos, se trata de dispositivos diseñados específicamente para proteger equipamiento electrónico doméstico contra sobretensiones, como ordenadores, televisores u otros aparatos similares.
Protector contra sobretensiones permanentes
Los protectores contra sobretensiones permanentes están diseñados para sobretensiones de menor duración y voltaje que las transitorias.
Por lo general, se trata de subidas que no superan los 1000 V y que se prolongan en el tiempo durante unos pocos ciclos eléctricos.
Al igual que los anteriores, están pensados sobre todo para proteger equipamiento electrónico doméstico como ordenadores o televisores, pero también otros aparatos más sensibles a las subidas de tensiones prolongadas como, por ejemplo, los equipos de audio o las videocámaras.
Protector contra sobretensiones combinado
Este tipo de limitador está pensado para sobretensiones tanto transitorias como permanentes, y suele ser el más utilizado en hogares y oficinas.
Por lo general, estos dispositivos son capaces de actuar frente a sobretensiones puntuales de hasta 8000 V y sobretensiones prolongadas en el tiempo que no superan los 1000 V.
Algunos modelos pueden llegar a soportar sobretensiones de hasta 12000 V, pero estos suelen tener un coste mucho mayor.
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Cómo elegir el mejor protector de sobretensiones
La elección del protector o limitador de sobretensiones adecuado para nuestras necesidades es fundamental para evitar futuros problemas derivados de subidas repentinas en la instalación eléctrica.
A la hora de comprar uno, debemos fijarnos en cuál es el tipo de sobretensión que más nos puede afectar y elegir en consecuencia. En general, la mayoría de consumidores optan por los de tipo combinado, ya que ofrecen un mayor rango de protección.
También es importante tener en cuenta la capacidad del dispositivo, ya que esto nos permitirá proteger un número mayor o menor de equipos electrónicos. Por último, debemos fijarnos en el precio y elegir el modelo que mejor se adapte a nuestro presupuesto.
Las sobretensiones son peligrosas porque pueden dañar los equipos electrónicos. Los protectores de sobretensiones protegen contra sobretensiones transitorias y permanentes. Si trabajas con equipos electrónicos sensibles o simplemente quieres evitarte cualquier tipo de problema en el futuro, invertir en uno de estos aparatos puede ser una gran idea.