Factura real y factura estimada: cómo entenderla
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¿Qué es una factura estimada?
En el caso de que tu distribuidora no pueda realizar una lectura real de tu contador, hará una lectura estimada. En este sentido, la factura estimada es aquella en la que se ve reflejado el consumo que la distribuidora estima que has realizado en un período determinado de tiempo, teniendo en cuenta el consumo habitual del punto de suministro.
Para calcular el consumo en una factura estimada, se toma como base el consumo real del mismo período del año anterior, dividido entre el número de días del mismo periodo del año anterior y multiplicado por los días del periodo actual de facturación. La factura estimada se emite teniendo en cuenta estos parámetros, y es que se trata de un sistema que calcula el consumo estimado para todos aquellos usuarios que no disponen de medidas reales dentro del contador.
¿Puede llegar una factura estimada con contador inteligente?
Puede ocurrir que llegue una factura estimada, aunque tengas un contador inteligente. Esto se debe a que, puedes tenerlo instalado, pero no tener activada la telegestión. Otro de los motivos es que la cobertura que haya en la zona, pueda no ser suficiente y, por tanto, no se esté enviando la lectura real. En estos casos, es cuando se produce una lectura estimada del consumo, basándose en los parámetros anteriormente nombrados.
¿Cómo saber si la factura es estimada o real?
Para diferenciar una factura real de una estimada, debes tener en cuenta que la primera se lleva a cabo cada 60 días. En este sentido, alguien de la distribuidora realizaría una lectura física del contador o este procedería a enviar la información de forma telemática a la compañía. Esta última opción es la más habitual a día de hoy por el tipo de contadores que se encuentran instalados en las viviendas.
Si pasan 60 días en blanco y la distribuidora aún no ha recibido tu lectura, es entonces cuando se realiza una factura estimada. Mientras ellos no tengan los datos de tu contador, se te irán facturando estimaciones con 60 días de demora. El cálculo de la lectura estimada se basa en los valores nombrados anteriormente y, sin duda, podrás observar diferencias respecto a tu habitual factura real.
¿Hay que pagar la factura si la lectura es estimada?
Sí, se tiene que pagar la factura estimada debido a que es una factura válida como cualquier otra. En este caso, se ha generado porque la distribuidora no ha podido tener acceso al contador por algún motivo y se ha visto obligada a enviar una estimación.
Eso sí, en el momento en el que el técnico tenga el acceso al contador o este pueda enviar los registros del consumo de forma telemática, se producirá una refacturación basada en una lectura real. Esto se debe a que la factura estimada puede equivocarse y cobrarte de más o de menos, por eso se denomina como estimada. Por lo que, se podrán dar dos casos:
- Si la lectura estimada es superior, y por lo tanto se ha cobrado de más, se descontará el importe en la siguiente factura.
- Si la lectura estimada es inferior, y por lo tanto se ha cobrado de menos, se sumará ese importe en la próxima factura.
¿Qué hacer para no recibir facturación estimada de energía eléctrica?
Tanto en la electricidad como en el gas, la mejor manera de evitar las facturas estimadas es tomar nota tú mismo de la lectura del contador. De esta manera, podrás enviarla dentro de los plazos establecidos y hacer que tu distribuidora tenga en cuenta esos datos a la hora de realizar la factura.

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Cómo reclamar
En primer lugar, debes saber que todas las compañías distribuidoras están obligadas a poner a disposición de los usuarios un servicio de atención al cliente mediante el cual puedan poner reclamaciones sobre sus servicios. Además de poner una reclamación por teléfono, debes presentar la reclamación por escrito ya que se trata de la vía más efectiva.
Lo más recomendable es hacerlo mediante carta certificada con acuse de recibo, así dispones de un documento que acredite que la empresa ha recibido la reclamación. Debes dirigirla al departamento de reclamaciones de la compañía (si lo tuviera) o, en su defecto, al de atención al cliente.
En el momento en el que la compañía reciba la reclamación, se encuentra obligada a proporcionar el número de referencia y el justificante de la reclamación. Mediante el código de referencia, podrás seguir el estado de tu reclamación. Y, a partir de ese momento, esta tendrá un mes para emitir una respuesta. Si no te encuentras satisfecho con la solución aportada, tendrás aún otras alternativas para seguir adelante con la reclamación:
- Por un lado, podrás acudir a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de tu localidad.
- También podrás acudir a una asociación de consumidores privada, como es la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
- Por último, podrás recurrir ante el Sistema Arbitral de Consumo.