Conoce todos los factores que influyen en la potencia de luz a contratar en casa y consigue ahorrar dinero en tus facturas mensuales.
Si acabas de mudarte a una casa y todavía no tienes electricidad, lo primero que debes preguntarte es qué potencia de luz debes contratar. Así conseguirás optimizar mejor el uso de la energía al no gastar más dinero del que debes en las facturas de luz mensuales.
Pero saber qué potencia te conviene no es tarea fácil si no conoces antes algunos trucos prácticos que revelan exactamente cuánta luz consumes. Lo importante es que no contrates una potencia muy alta ni muy baja, en cuyo caso terminarían saltando los plomos siempre.
Veamos qué puedes hacer para tener claro la potencia de luz que debes contratar, en base a todos los factores que influyen en el consumo de energía mensual.
Índice de Contenidos
¿Qué factores determinan la potencia de luz que debo contratar?
Lo importante a la hora de contratar la potencia de luz es que esta se adecúe bien a las necesidades energéticas que tendrás en la casa. Para ello, tienes que saber exactamente los electrodomésticos que tendrás enchufados y la potencia que va a requerir cada uno.
Pero no solo se trata de valorar el uso de aparatos eléctricos que tienes en casa, también es crucial saber cuántas personas van a utilizar estos aparatos y cómo de grande es la vivienda. Pregúntate si la calefacción y el agua caliente funcionan mediante gas o si utilizan la luz.
Otro factor del que no se suele hablar tanto, pero que influye mucho en la potencia de luz que vas a contratar, es el tipo de instalación eléctrica que tienes en la vivienda. Una instalación trifásica requiere una potencia más alta que la instalación monofásica, que es la más habitual.
Todos estos aspectos de la vivienda influyen en la potencia que usarás. Puedes hacer cálculos orientativos con la ayuda de un electricista autorizado, con un optimizador de potencia que ponen a tu disposición algunas comercializadoras o con una calculadora de potencia en línea.
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Potencia de luz a contratar según tamaño de la vivienda
Como ya sabes, el tamaño de la casa influye en la cantidad de potencia que necesitarás. Este factor está unido con el número de habitantes que viven en ella, así como los hábitos de consumo energético que tiene cada persona. Todo esto es fundamental para hacer cálculos.
En base a los cálculos, podrás contratar la potencia que consideres en tramos de 0,1kW, pero nunca podrás pasarte de los 15kW cuando se trata de casas residenciales. En la mayoría de los casos, la potencia que la gente suele contratar en viviendas está entre los 3kW y los 8kW.
Veamos una estimación de la potencia que deberías contratar según el número de habitantes:
Dos residentes
Si en casa viven dos personas y el tamaño de la vivienda es de 50 a 80 metros cuadrados, la potencia aproximada que deberías contratar es de 2,5kW. Sin embargo, una vivienda de 90 a 100 metros cuadrados necesitaría una potencia de luz de aproximadamente 4kW.
De tres a cuatro residentes
Si en casa viven entre tres y cuatro personas y el tamaño de la vivienda es de 90 a 100 metros cuadrados, es posible que necesites unos 4,6kW de potencia de luz. En una casa de 110 a 130 metros cuadrados, la potencia de luz que deberías contratar está entre los 5 y 5,75kW.
Si la casa supera los 130 metros cuadrados y cuenta con menos de 200 metros cuadrados, puedes contratar una potencia de luz de 5,75kW a 6kW. En casas que tienen entre 210 y 350 metros cuadrados, es suficiente con que contrates unos 6,9kW de potencia eléctrica.
Más de cuatro residentes
Si en casa viven más de cuatro personas y el tamaño de la vivienda es de 110 a 130 metros cuadrados, puedes contratar 5,75kW de potencia. En casas de 140 a 200 metros cuadrados se opta por contratar 6,9kW de potencia. Las casas más grandes usan 8kW de luz o más.
¿Cómo saber si tengo la potencia de luz contratada correcta?
Saber si has contratado la potencia correcta en tu casa no es tan fácil, ya que a veces los hábitos de consumo pueden encarecer el precio de las facturas. Ser responsable con la energía eléctrica antes de cambiar la potencia puede cambiar mucho el precio que pagas.
Además, el tipo de tarifa también debería adaptarse bien a las necesidades energéticas de todos los habitantes de la casa. Observa el precio por el que pagas cada kW y asegúrate de que estás conforme con él. Estos pequeños cambios pueden ser más que suficientes.
Pero si todos los factores anteriores ya los has revisado, solo te queda prestar atención a la potencia en sí misma. Ten en cuenta que una potencia demasiado baja no es recomendable porque van a saltar los plomos cada vez que utilices la lavadora o el lavavajillas a la vez.
Una potencia que se ajuste a tus necesidades te permitirá seguir ahorrando dinero en las facturas sin ver tu calidad de vida interrumpida. Considera comparar los datos del contador digital para ver si necesitas bajar un poco la potencia en caso de que no la uses toda.