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Diferencias entre calderas estancas o de condensación ¡Sube la temperatura!
En el mundo de la calefacción, la elección de la caldera adecuada puede marcar una gran diferencia en el confort y eficiencia de nuestro hogar. Dos opciones muy comunes que suelen generar dudas son las calderas estancas y las de condensación. Ambas tienen sus ventajas y características únicas, pero ¿cuál es la mejor opción?
Con la subida del precio de la luz, cada vez consideramos más factores al tomar decisiones sobre cómo usar la energía en nuestra vivienda. Cada vez somos más los que buscamos un mayor ahorro, aunque también nos preocupan aspectos como la eficiencia energética y las emisiones contaminantes.
Así que, es normal tener dudas a la hora de elegir entre una caldera estanca o de condensación. Por eso, desde Eligenio queremos ayudarte a que sepas elegir el mejor sistema de calefacción para tu hogar analizando distintos factores y características tanto de las calderas estancas como de las calderas de condensación. ¡Pondremos solución a la batalla Calderas estancas vs Calderas de condensación!
Normativa
La normativa es un importante aspecto a tener en cuenta antes de elegir una caldera de condensación o una caldera estanca.
La normativa de cada caldera puede variar según el país y la región, por lo que es importante consultar la normativa local específica. Pero bueno, digamos que, en general, hay directrices comunes que se aplican a nivel europeo, como es la normativa conocida como Directiva de Ecodiseño (ErP) y Etiquetado Energético, la cual establece los requisitos mínimos de eficiencia energética y emisiones para los equipos de calefacción, incluyendo las calderas.
En el caso de las calderas estancas, son calderas de baja emisión y eficiencia estándar. Están diseñadas para extraer aire del exterior y expulsar los gases de combustión de forma segura a través de un conducto. En este sentido, estas calderas estancas son seguras y adecuadas para la mayoría de las aplicaciones residenciales.
Por otro lado, las calderas de condensación utilizan tecnología que permite aprovechar el calor latente en los gases de combustión, lo que aumenta significativamente la eficiencia de la caldera. Las calderas de condensación suelen cumplir con requisitos más estrictos en términos de eficiencia energética y emisiones, lo que las convierte en una opción más respetuosa con el medio ambiente.
Funcionamiento
Ahora bien, ¿existen diferencias en el funcionamiento de caldera estanca y una caldera de condensación? Pues sí. Y aquí te lo vamos a explicar con todo lujo de detalle.
Las calderas estancas son unidades selladas que toman aire del exterior para la combustión y evacuan los gases de combustión a través de una chimenea o un conducto de ventilación. Estas calderas utilizan un quemador de gas para generar calor y calentar el agua, por lo que el aire y el gas de combustión no se mezclan con el aire de la habitación donde se encuentra la caldera, lo que las hace más eficientes en términos de consumo de combustible.
Al igual que las estancas, las calderas de condensación también utilizan un quemador de gas para generar calor, pero tienen una tecnología adicional que permite aprovechar el calor latente contenido en los gases de escape. Estas calderas están diseñadas para extraer el calor de la condensación del vapor de agua presente en los gases de combustión y transferirlo al agua que se calienta.
Ahora que ya sabes cuál es la forma de funcionar de cada caldera, podemos concretar que la principal diferencia de funcionamiento de ambas calderas radica en la forma en que aprovechan el calor generado durante la combustión. Mientras que las calderas estancas simplemente evacuan los gases de combustión al exterior, las calderas de condensación aprovechan el calor adicional contenido en esos gases mediante la condensación del vapor de agua.
Elige con el genio del ahorro
Beneficios
Y llegamos a otro punto muy importante que marca la diferencia: conocer los beneficios que nos ofrecen este tipo de calderas para poder elegir con cabeza.
Los beneficios de las calderas de condensación incluyen:
- Reducción de las emisiones de gases contaminantes: debido a su gran eficiencia, las calderas de condensación reducen las emisiones de gases tóxicos en un 70% al generar menos emisiones de gases contaminantes, como dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx), lo que permite cumplir con las regulaciones más estrictas en términos de emisiones.
- Versatilidad y compatibilidad: estas calderas son compatibles con diferentes tipos de combustibles, como gas natural, propano o gasóleo. Esto permite adaptarse a las necesidades y disponibilidad de combustible en cada área geográfica. Además, son compatibles con sistemas de calefacción de radiadores y suelos radiantes.
- Mayor eficiencia energética: las calderas de condensación pueden proporcionar ahorros significativos en el consumo de gas gracias a su gran eficiencia energética.
Por otro lado, los beneficios de las calderas estancas se resumen en:
- Son más seguras y limpias: al estar sellada la cámara de combustión, no es posible que los gases que se generan entren en la sala donde está la caldera. Así, en este tipo de calderas, el viento o la lluvia no afectan de ninguna manera a su funcionamiento.
- Tienen mayor durabilidad: estas calderas tienden a ser más duraderas y requieren menos mantenimiento en comparación con las calderas de condensación.
- Menor costo inicial: las calderas estancas suelen tener un costo inicial más bajo en comparación con las calderas de condensación, lo que es muy beneficioso si no quieres gastar mucho dinero.
Rendimiento
Y para cerrar este post, vamos con el punto fuerte: el rendimiento.
La mayoría de los estudios actuales valoran el rendimiento basándose en el PCI (poder calorífico inferior) que se genera durante la combustión sin tener en cuenta la energía de condensación del agua y otros procesos menos relevantes.
Las calderas estancas tienen un rendimiento cercano al 90-95% sobre el PCI, lo cual no está nada mal. Pero las calderas de condensación llevan esto a otro nivel y logran un rendimiento de hasta el 105%. ¿Cómo lo hacen? Pues gracias a su menor consumo de combustible y el aprovechamiento del calor que se pierde por la chimenea a través de la condensación del vapor de agua. En otras palabras, estas calderas aprovechan hasta la última gota de calor, lo que se traduce en un rendimiento energético mucho mayor y un ahorro considerable de hasta un 35% en el consumo. ¡Nada mal!
En resumidas cuentas, las calderas estancas se quedan en un rendimiento de calefacción cercano al 90-95% sobre el PCI mientras que las calderas de condensación pueden alcanzar hasta un 105-110% de rendimiento. Un rendimiento superior que equivale a un menor consumo y a obtener una factura más agradable de ver al final del mes.
