Las chimeneas de gas son una alternativa muy versátil a las chimeneas tradicionales de leña para añadir calidez y estilo en tu hogar.
Índice de Contenidos
¿Qué es una chimenea de gas?
Seguro que a estas alturas has escuchado hablar de las chimeneas de gas. Estas chimeneas son bastante parecidas a las chimeneas más tradicionales, salvo que se caracterizan por utilizar gas natural o propano para generar calor. En lugar de andar buscando leña o carbón, estas chimeneas más modernas utilizan una combustión controlada de gas para calentar tu espacio de forma más limpia.
Es por esto que las chimeneas de gas se han vuelto una opción muy válida para aquellos que desean disfrutar de la estética de una chimenea sin las complicaciones asociadas con la quema de leña. Lo ideal de estas chimeneas es que son muy sencillas de mantener y usar. Olvídate de limpiar cenizas y preocuparte por la ventilación. Con las chimeneas de gas, todo es más limpio y práctico.
Además, actualmente en el mercado puedes encontrar una gran variedad de tipos de chimeneas de gas disponibles, por lo que podrás elegir cuál de todas ellas se adapta mejor al espacio en el que la quieres ubicar en tu hogar.
Tipos de chimeneas de gas
Hoy en día hay una amplia gama de chimeneas de gas entre las cuales puedes elegir. A continuación, te proporcionamos una clasificación de los tipos de chimeneas de gas según sus características.
Las chimeneas de gas están disponibles en versiones tanto para interiores como para exteriores, con una variedad de tamaños y diseños que se adaptan fácilmente a cualquier estancia o espacio de tu hogar.
Según el espacio
Si el espacio es un aspecto clave para elegir tu chimenea, puedes optar por:
- Chimeneas de gas frontales: diseñadas especialmente para ser instaladas en una pared, con una vista frontal abierta del fuego.
- Chimeneas de gas rinconeras: son la mejor solución para optimizar el espacio en una habitación, ya que se instalan en las esquinas.
- Chimeneas de gas empotrables: pensadas para ser instaladas en una pared empotrada, lo que las hace ideales para integrarse perfectamente en la arquitectura existente de una habitación.
- Chimeneas de gas suspendidas: estas chimeneas se suelen montar en el techo o en una pared, creando un efecto flotante único que llama la atención.
Según el tipo de combustión
Si lo que más te importa es la combustión, las chimeneas que mejor te convienen son:
- Chimeneas abiertas o atmosféricas: estas utilizan el aire de la habitación para la combustión y expulsan los gases al exterior. Sin embargo, pueden consumir oxígeno de la estancia, por lo que se recomiendan las chimeneas de gas estancas para espacios reducidos.
- Chimeneas cerradas o estancas: realizan la combustión en una cámara aislada y hermética, utilizando oxígeno del exterior y sin afectar al ambiente interior, lo que las convierte en la opción más segura.
¿Cómo funcionan y qué mantenimiento necesitan?
Las chimeneas de gas ofrecen una alternativa muy eficiente a las tradicionales chimeneas de leña. Funcionan utilizando gas natural o propano como combustible, lo que genera calor y crea una llama simulada que emula el encanto y confort de una chimenea convencional.
Funcionamiento
Su funcionamiento se asemeja mucho al de una cocina de gas estándar, ya que estas chimeneas deben estar conectadas al suministro de gas y cuentan con quemadores que se encienden mediante una bujía. Además, requieren una conexión eléctrica para el funcionamiento del sistema de encendido y apagado. Una ventaja significativa es su capacidad de ser programadas para encenderse y apagarse según las preferencias del usuario.
Mantenimiento
En términos de mantenimiento, las chimeneas de gas presentan ventajas sobre las chimeneas de leña. Al producir una combustión limpia, no generan humo ni hollín, lo que evita ensuciar el revestimiento interior ni los quemadores. Esto simplifica considerablemente el mantenimiento necesario para mantener la chimenea en óptimas condiciones.
Para garantizar un rendimiento óptimo, se recomienda limpiar el compartimento de control y los quemadores con un cepillo al menos dos veces al año. También, es aconsejable realizar revisiones periódicas de la chimenea y los conductos para asegurarse de que todo esté en buen estado y funcionando correctamente. Con estos cuidados básicos, una chimenea de gas puede brindar calor y ambiente acogedor durante muchos años sin problemas.
Instalación y precios de una chimenea de gas
Instalar una chimenea de gas es un proceso que puede variar considerablemente dependiendo del tipo específico de chimenea que se vaya a elegir, ya que cada modelo cuenta con sus propias características y requisitos de instalación.
Sin embargo, en comparación con las chimeneas tradicionales de leña, las chimeneas de gas ofrecen una notable versatilidad en términos de instalación. Esto se debe en parte a la posibilidad de extraer el tubo de escape a través de la fachada y al uso de sistemas de tiro forzado, lo que abre un abanico de posibilidades para su ubicación.
Es importante destacar también que no es necesario que la salida de humos se encuentre obligatoriamente en una parte superior, como el techo. Aunque esta sí debe ser del tipo coaxial, similar a las requeridas para las calderas de condensación. Esto significa que la instalación puede realizarse de forma horizontal a través de la fachada del edificio o de la vivienda.
Esta flexibilidad representa una clara ventaja sobre las chimeneas de leña o pellets, las cuales necesitan obligatoriamente una salida vertical a través del techo o el tejado, a menos que el edificio disponga de un conducto de ventilación específico para la renovación del aire.
Precio medio de una chimenea de gas
En cuanto a su precio, es importante tener en cuenta que las chimeneas de gas tienden a ser una inversión considerable. Su precio varía principalmente en función de su potencia y características específicas, por lo que es posible encontrar opciones más asequibles o lujosas según las necesidades y preferencias individuales.
