¿Cómo aislar una casa del calor ya construida?

Descubre cómo aislar una casa del calor ya construida y disfruta de un hogar fresco y eficiente todo el año.

Tipos de aislamiento para una casa ya construida

Aislar una casa del calor, incluso si ya está construida, es una medida esencial para mejorar la eficiencia energética y aumentar el confort interior durante los meses más cálidos. ¿Te imaginas un hogar fresco y agradable durante todo el verano? No necesitas empezar desde cero; con algunas mejoras estratégicas, puedes transformar tu hogar en un refugio contra el calor. Desde sellar puertas y ventanas hasta optimizar el aislamiento en puntos clave, aquí te contamos cómo hacer de tu hogar un oasis de frescura con distintos tipos de aislamiento para una casa ya construida.

Aislamiento de espuma en aerosol

Esta espuma se rocía en las cavidades de las paredes, techos y suelos. Al expandirse y endurecerse, crea un sellado hermético que reduce eficazmente las intrusiones del aire. Es perfecta para esos pequeños huecos alrededor de ventanas y puertas para evitar que entre el calor exterior.

Paneles de aislamiento rígido

Se pueden añadir a una superficie exterior antes de aplicar un nuevo revestimiento o directamente en el interior, cubriendo las paredes con paneles de yeso.

Aislamiento de fibra de vidrio soplada

Esta opción es ideal para lograr un aislamiento total en esas áreas difíciles de alcanzar, como pueden ser techos o cubiertas.

Celulosa soplada

Se aplica de manera similar a la fibra de vidrio soplada y es muy eficaz para reducir las filtraciones de aire.

Poliestireno extruido

Este material tiene un buen desempeño tanto para evitar las pérdidas de calor en invierno como para evitar el aumento de la temperatura interior en verano.

Lana de roca

Es una excelente opción para el aislamiento acústico, además del térmico. Se instala entre los montantes de la pared y proporciona un buen balance entre aislamiento térmico y sonoro.

Consejos para evitar que haga mucho calor en una casa

Cuando el calor aprieta, es normal que hagamos un uso descontrolado del aire acondicionado y los ventiladores para mantenernos frescos, pero claro, eso dispara la factura de la luz. Para evitar esto, aquí encontrarás algunos consejos para evitar que tu hogar se convierta en un horno durante los días más calurosos.

• Mantén las ventanas y persianas cerradas durante las horas más calurosas del día para bloquear el calor.
• Instala películas reflectantes en las ventanas para reducir la entrada de calor solar directo.
• Emplea persianas térmicas para mantener una temperatura más agradable en el interior.
• Ventila la casa temprano en la mañana o por la noche, cuando la temperatura exterior es más fresca.
• Reduce el uso de aparatos eléctricos que generen calor, como hornos o secadoras, durante el día.