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Cómo hacer construcciones sostenibles
En unos tiempos en que cuidar del planeta es prioritario, valerse de recursos limpios se está volviendo cada vez más importante. Por eso, saber cómo hacer construcciones sostenibles es fundamental si vamos a reducir las emisiones de CO2 hasta en un 40% a nivel global.
En el año 2050, la ONU estima que la población alcanzará las 9.700 millones de personas. Transformar la forma en que convivimos con el planeta supondrá ahorrar recursos no renovables, proteger los ecosistemas y crear sistemas socioeconómicos más eficientes.
Principios de construcción sostenible
Conseguir los objetivos marcados para proporcionar un plan de acción verde que esté a favor de la biodiversidad forma parte de los principios de construcción sostenible. Estos principios se basan en el uso de materiales sostenibles, ya sean reciclados o naturales.
Los materiales sostenibles en una construcción sostenible nos hacen ahorrar en recursos energéticos que no podemos desperdiciar, como los minerales, el carbón o el gas natural. Al ser más conscientes de la energía que empleamos, también evitamos las emisiones tóxicas.
Además, la construcción sostenible pretende ser eficiente en el número de materiales que se usan para crear viviendas y edificios. El objetivo es no explotar los recursos naturales en la medida de lo posible, teniendo una mentalidad responsable con los ecosistemas.
Por eso, los materiales naturales deben pasar por un ciclo de reciclaje o ser reutilizados. Con todas estas medidas se limita la contaminación propia de las construcciones, se mejora la calidad de vida de los habitantes y se sanea la economía entre los sectores involucrados.
La idea es que la construcción sostenible sea lo suficientemente eficiente como para no suponer un impacto en los ecosistemas y, en última instancia, el medio ambiente. Tanto la calidad de vida como la salud de las personas también debería mejorar en todo el mundo.
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Beneficios de las construcciones sostenibles
Saber cómo hacer construcciones sostenibles está a la orden del día en los sectores de construcción para desarrollar modelos de edificaciones e infraestructuras que no supongan un impacto negativo en el bienestar del planeta. Sus beneficios, por tanto, son muchos:
- El proceso de construcción es sostenible, lo que significa que los materiales, la conservación y el uso de energía, la forma de construir e incluso la demolición y gestión de residuos son aptos para crear un hogar sin abusar de los ecosistemas.
- Los materiales de construcción no son tóxicos y no emiten gases nocivos al provenir de fuentes no contaminantes. Estos materiales se obtienen con procesos de reciclaje que los hacen reutilizables para varios fines que alargan su vida útil.
- El uso de materiales es responsable porque está basado en el principio de ahorro eficiente. El objetivo es minimizar el número de recursos naturales, energéticos o reutilizables que componen una construcción para reducir la huella de carbono.
Otros beneficios de las construcciones sostenibles son la estimulación de la economía circular, la inclusión de formas de vida respetuosas con la biodiversidad y los ecosistemas, así como la mejora del estilo de vida, la comodidad y la salud de la población mundial.
¿Qué materiales emplean las construcciones sostenibles?
Por suerte, las construcciones sostenibles se pueden valer de una gama de materiales que no contaminan el medio ambiente si pasan por procesos de reciclaje y reutilización útiles. El objetivo es introducir estos materiales en medios tecnológicos, energéticos y de edificación:
Madera
La madera es un material básico para el aislamiento de viviendas que permite prescindir más del uso de calefacciones y aire acondicionado, además de que la madera apenas provoca un impacto negativo en el medio ambiente durante su producción y ciclo de vida.
El sector de la construcción trabaja arduamente para asegurarse de que usa madera OSB, con origen certificado y sostenible que la hace más barata y fácil de manipular. Este tipo de madera proviene de la tala de árboles que han sido replantados para fines de edificación.
Celulosa
Las fibras de celulosa provienen de papel reciclado que lo hace bastante económico y que sirve para aislar la casa de forma efectiva. También se aprovechan las virtudes ignífugas, antifúngicas e insecticidas de la celulosa para mejorar la salud de los habitantes.
La celulosa se puede utilizar como aislante térmico y aislante acústico, por lo que suele ser una gran protagonista en construcciones sostenibles. A la celulosa se le añade sales de boro para hacerla resistente a posibles incendios y reforzar la seguridad de las personas.
Corcho
El corcho también es un material que funciona muy bien como aislante térmico y acústico, además, sirve de revestimiento y aglomerado. Al obtenerse directamente de la corteza vegetal, el punto negativo de emplear este recurso es que se depende de la tala de árboles.
Lana de oveja
La lana de oveja es un recurso totalmente natural que nos ayuda a aislar los edificios y las viviendas, especialmente de cara a la humedad. Lo más interesante de la lana de oveja con fines de edificación es que su gasto de energía es mucho menor que otros materiales.
Barro cocido
El barro cocido es un recurso natural que conseguimos cuando calentamos la arcilla a altas temperaturas. Se trata de un material sostenible que es muy fácil de reciclar y que se puede reutilizar para fabricar ladrillos y construir suelos sin tener partículas tóxicas ni mal olor.
Bambú
El bambú es un material proveniente de zonas tropicales asiáticas que se caracteriza por sus cualidades flexibles y resistentes, convirtiéndose en un sustituto de la madera. Como la planta de bambú crece tan rápido, recuperar los terrenos que han sido talados es fácil.
Lo interesante del bambú es que su material absorbe CO2 en gran medida, además de que es bastante barato y puede ser la opción perfecta para combatir el cambio climático.
Pinturas ecológicas
Las pinturas ecológicas son aquellas que se obtienen de compuestos orgánicos volátiles para evitar la inclusión de partículas nocivas para la salud y el medio ambiente en el hogar. Son materiales biodegradables con buena transpiración y su procedencia debe ser natural.
Con las pinturas ecológicas se puede reducir la huella ambiental y algunos ejemplos son la pintura vegetal, de arcilla o a la cal. Normalmente se hacen con aceites vegetales.