Dentro del mundo de la energía hidráulica, la energía oceánica forma parte de un sector capaz de producir recursos hidroeléctricos renovables. Gracias a las ventajas que tiene usar este tipo de fuente, en 2060 podría satisfacer gran parte de la demanda energética.
En este artículo vamos a ver qué se entiende por tecnología oceánica y por qué todos los tipos de recursos energéticos que engloba este sector podrían sustentar gran parte de nuestras necesidades energéticas al cabo de unas cuantas décadas.
Índice de Contenidos
¿Qué es la energía oceánica?
La energía oceánica incluye unas tecnologías dirigidas a aprovechar todo el potencial energético que tiene el océano, pasando por el movimiento de las olas, las mareas y las corrientes hasta la fluctuación de temperaturas que hay en el fondo marino y la superficie.
Hoy en día, la energía de los océanos forma parte de uno de los sectores más interesantes en el mundo energético renovable, tal y como sostiene la plataforma BiMEP, que se encarga del estudio de las olas en mar abierto y ha demostrado su capacidad eléctrica a nivel global.
De hecho se espera que en un futuro la tecnología oceánica, capaz de generar energía limpia e inagotable, sea uno de los contribuyentes principales en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
De momento, el trabajo de investigación de las energías renovables sigue su curso y la Agencia Internacional de la Energía ya ha anunciado que en 2040 el suministro eléctrico global debería ser totalmente sostenible, incluyendo el consumo de la energía oceánica.
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Tipos de energía oceánica
Dentro de todas las tecnologías oceánicas que forman parte del sector hidroeléctrico podemos distinguir 5 tipos de energías que se producen en los mares y los océanos:
Mareomotriz
La energía mareomotriz es aquella que se produce dentro de plantas hidroeléctricas para la captación de mareas en pantanos o ríos. Con el fin de captar la energía de las mareas se emplean presas y turbinas, que se activan cada vez que las aguas ascienden o descienden.
Por tanto, la energía mareomotriz es la electricidad resultante del movimiento de la marea alta y la marea baja. Este tipo de tecnología basada en presas y turbinas en los ríos y los pantanos ya está implementada en Inglaterra, donde el 20% de la luz es mareomotriz.
Energía de las corrientes marinas
La energía que proviene de las corrientes marinas es aquella que aprovecha la energía cinética que produce la subida y bajada de las mareas. Esta energía cinética se transforma en electricidad gracias al movimiento activado en las turbinas del sistema.
Para entenderlo mejor, la energía cinética que nace de las corrientes marinas funciona de una manera parecida a la energía eólica, la cual se obtiene del viento. No obstante, la energía de las corrientes marinas se puede predecir mejor que la energía eólica o solar.
La razón por la que esta energía oceánica no es común se debe en parte a lo caro que es producir cada kWh de electricidad frente a la energía eólica. Como el precio es tan elevado, el mayor inconveniente es que muchas naciones no tienen acceso a este recurso.
Energía maremotérmica
La energía maremotérmica es la que se produce cuando hay una gran diferencia de temperaturas entre el fondo marino y la superficie de los mares. Mientras que el agua de las capas profundas es fría, las capas más superficiales de agua son muy cálidas.
Eso sí, lo cierto es que cada tipo de mar tiene unas temperaturas determinadas. De ahí que se requiera el uso de maquinaria térmica que active su producción de electricidad cada vez que el fondo marino y las capas superficiales choquen con el sistema maremotérmico.
De igual forma, esta tecnología sigue siendo bastante cara y es una de las razones por las que la energía maremotérmica no está bien integrada en todo el mundo. Los océanos que más convienen por su diferencia térmica son los localizados en el trópico ecuatorial.
Energía undimotriz
La energía undimotriz es la que surge del movimiento de las olas en aguas superficiales o a 100 metros de profundidad. Este tipo de energía oceánica es muy popular y, de hecho, en 2017 el 70% de la luz estadounidense limpia provino de la mecánica undimotriz.
Energía osmótica
La energía osmótica, que también conocemos como energía azul, es aquella que surge de la diferencia de concentración de salinidad de las aguas (agua de río y agua de mar). Para producir electricidad se aumenta la presión entre las aguas y se activan las turbinas.
Este trabajo también se puede hacer mediante el proceso de la electrodiálisis inversa, que consiste en transportar los iones de la sal para después poder generar la electricidad. Los ríos caudalosos de Holanda son los más apropiados para crear esta energía osmótica.
Ventajas y desventajas de la energía oceánica
Las ventajas más importantes de aprovechar la energía oceánica se encuentran en sus características principales: es una energía imposible de agotar, no se requiere ningún combustible añadido y tampoco se emiten gases tóxicos para la atmósfera del planeta.
Frente a la energía eólica, esta energía originaria de los océanos es predecible y más fiable a la hora de asegurar la producción de electricidad a nivel global. Por último, no es necesario que las masas de agua se muevan con mucha rapidez para generar energía.
Las únicas desventajas a las que nos enfrentamos cuando pensamos en la energía oceánica son el encarecimiento de la tecnología, el daño que las presas pueden ocasionar a los ecosistemas y el enorme impacto paisajístico que tiene la instalación.
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Cómo aprovechar la energía oceánica
Para poder aprovechar la energía oceánica es necesaria la instalación de centrales mareomotrices submarinas que puedan transformar esta energía en electricidad. Las turbinas, los alternadores, los embalses y las presas son parte de esas instalaciones.
Cada instalación se tiene que hacer junto a una bahía, un estuario o una ría que puedan mover las aspas de las turbinas para generar energía eléctrica. Hay generadores TSG, que utilizan la energía cinética del agua, presas de mareas y centrales DTP, que usan hélices.