En pocas palabras, se pueden definir estas energías como aquellas que se obtienen de recursos naturales, como el sol, el viento o el agua, que no contaminan, dado que no generan una huella de carbono ni aumentan los gases de efecto invernadero, y que además son inagotables e ilimitadas, es decir, que se pueden utilizar indefinidamente y nunca se acaban.
Además de aclarar qué son las energías alternativas, también conviene explicar su nombre. Se denominan alternativas porque constituyen, precisamente, una alternativa a las energías tradicionales, como los combustibles fósiles, que sí son recursos limitados cuyo uso además supone un riesgo para el planeta, aumentando el efecto invernadero y, con ello, el calentamiento global.
Índice de Contenidos
Tipos de energías alternativas y ejemplos
Hoy en día se conocen más tipos de energías alternativas que nunca, ya que cada vez está creciendo más la conciencia de la necesidad de cambiar los hábitos de consumo energético.
Algunas de estas energías son más fáciles de extraer de los recursos naturales que otras, pero la tecnología de obtención de energía mejora cada día, de modo que cada vez más hogares y empresas se podrán pasar a una fuente de energía limpia y renovable con la que tener un consumo estable mientras se cuida del planeta.
Los principales ejemplos de energías alternativas serían los siguientes:
Energía solar
La energía solar es aquella que se obtiene de la luz del sol. Existen principalmente dos formas de energía solar: la fotovoltaica, en la que el flujo de fotones de los rayos de luz solar se convierten en una corriente eléctrica gracias a una placa solar especial, y la térmica, en la que se calienta agua utilizando el calor de la luz solar para evitar el gasto de electricidad o combustibles fósiles.
Energía eólica
En el caso de la energía eólica la fuente natural es el viento. La forma principal de aprovechamiento de la energía eólica es la de los aerogeneradores, que son molinos gigantes que convierten el movimiento lineal del viento en un movimiento giratorio, que después es convertido en electricidad gracias a un generador interno.
Una parte considerable de la energía eléctrica en España se obtiene mediante la energía eólica por parte de las compañías eléctricas, aunque también existen los aerogeneradores caseros para obtener tu propia electricidad a partir del viento.
Energía hidráulica
La energía hidráulica aprovecha la energía cinética del agua para hacer mover unas turbinas que, mediante el mismo sistema que el de los aerogeneradores, se utilizan para generar electricidad.
Esta energía cinética del agua se puede obtener de saltos naturales, como las cascadas y los ríos, o mediante la construcción de presas artificiales con las que se retiene el agua, aportándole energía potencial, y después se fuerza a pasar por las turbinas para después seguir su curso natural.
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Energía de biomasa
La biomasa y el biogás son formas naturales de obtener energía a través de la fermentación y la combustión de materia orgánica, como la que se desecha cada día en hogares e industrias.
Hay diferentes formas de aprovechar la biomasa, desde la acumulación del gas obtenido con su fermentación, hasta la combustión de biogás para calentar agua y generar vapor con el que mover unas turbinas que, de nuevo, sirven para generar electricidad.
Energías geotérmica y mareomotriz
La lista de energías alternativas podría ser muy grande, pero al hablar de las principales no podemos olvidar la energía geotérmica y la energía mareomotriz.
En la primera se aprovecha el calor interno de la Tierra, cuya temperatura aumenta a medida que se avanza hacia el centro, para sacarlo a la superficie y utilizarlo así como fuente de energía, por ejemplo para calentar agua y obtener electricidad con la presión generada por el vapor.
La energía mareomotriz sigue un principio similar a la hidráulica. En este caso es la oscilación entre marea alta y marea baja lo que permite utilizar la energía cinética del agua para obtener electricidad.
Energías alternativas en España ¿Cómo está la situación?
Las energías alternativas en España están en alza, ya que cada año se consigue un mayor porcentaje de energía consumida proveniente de fuentes renovables.
En general, hay un horizonte marcado para 2050, año en el que se pretende haber alcanzado una mayoría de energías renovables como fuente principal de consumo energético en el país, aunque muchas compañías e industrias lo han adelantado ya a 2030 con el fin de poder frenar cuanto antes el calentamiento global, que es uno de los mayores peligros a los que nos enfrentamos actualmente.
Tan solo en 2020 en España se generó el 50% de la energía utilizada a través de fuentes renovables y limpias, consiguiendo así un récord histórico en el país. La tendencia general es la de un aumento de este porcentaje, con el que quizás se logre alcanzar la cifra deseada de consumo de energía limpia y renovable antes incluso de lo previsto, lo cual es sin duda una buena noticia.
Ventajas y desventajas de las energías alternativas
Ventajas
En el caso de las energías alternativas hay ventajas y desventajas, como en cualquier otro campo.
Las ventajas principales son bastante obvias: la reducción de la huella de carbono y los gases de efecto invernadero, lo cual repercute en una disminución del calentamiento global, es quizás la principal ventaja.
Sin embargo, la reducción de la temperatura global no es el único beneficio. Utilizando energías renovables también se obtiene un aire más limpio y saludable, unos ríos y mares menos contaminados y, en general, un nivel de salud óptimo tanto para el planeta como para las personas.
Desventajas
A día de hoy aún existen algunas desventajas de las energías alternativas. Una de ellas es la dependencia de factores climatológicos, ya que si no hay suficiente viento o suficiente sol podría darse una escasez de energía en el país.
Además, algunas fuentes de energía, como el hidrógeno, aún no se pueden aprovechar correctamente, ya que la tecnología necesaria para su aprovechamiento aún no se ha desarrollado por completo.
Energías renovables en el mundo: perspectiva de futuro
Finalmente, solo queda por hablar sobre las energías alternativas y renovables en el mundo.
España no es el único país que está cambiando las fuentes de las que obtiene la energía. En general, existe una conciencia global sobre el calentamiento y el cambio climático, y casi todos los países desarrollados están tomando medidas para reducir al máximo el uso de combustibles fósiles y fuentes no renovables.
Los cambios a largo plazo aún tardarán en poder apreciarse, pero se espera que hacia el año 2050 se haya logrado frenar hasta cierto punto el calentamiento global, principalmente mediante la transición hacia el uso de energías renovables como principal fuente de consumo en todo el mundo.