Los meses de verano se acaban y el frío del otoño empieza a notarse en casa. La solución a este problema podría estar en la estufa catalítica, un aparato de climatización que te hace sustituir las mantas por una camiseta de manga corta en las épocas más húmedas del año.
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¿Qué es una estufa catalítica?
La estufa catalítica es un sencillo equipo de climatización que propaga el calor por la casa gracias a la radiación. Y dirás, ¿de dónde sale esta radiación térmica? Para generarla se necesitan unos paneles, llamados catalíticos, que emiten calor sin llegar a producir fuego.
En pocas palabras, la estufa catalítica es una de entre tantos tipos de estufa que se venden en el mercado. Utiliza un catalizador para calentar cualquier estancia a base de hacer arder el gas que hay en el equipo. De hecho, es de los sistemas de climatización que más calientan.
¿Cómo funciona una estufa catalítica?
Ahora que ya sabes qué es la estufa catalítica, es momento de averiguar cómo funciona exactamente para calentar tan bien tu casa. En realidad, el funcionamiento de la estufa catalítica es bastante sencilla, ya que solo consiste en emitir calor mediante la radiación.
Para hacerlo, la estufa catalítica se vale de una esponja que atraviesa el combustible del gas. Tú solamente tienes que encender el aparato para prender la esponja y empezar a notar el calor extenderse al cabo de unos minutos. Ese calor lo provoca la radiación que sale del gas.
¿En qué se diferencian con una de llama azul?
Las estufas catalíticas son tan populares como las estufas de llama azul, ya que las dos se utilizan mucho en las casas. Sin embargo, se diferencian principalmente en que las estufas de llama azul producen energía térmica al consumir gas butano a una temperatura muy alta.
Básicamente, la gran diferencia entre la estufa de llama azul y la estufa catalítica es que la primera genera el calor por convección y la segunda genera calor mediante la radiación. Además, la estufa de llama azul es más cara que la estufa que funciona con un catalizador.
¿Son mejores?
La estufa catalítica es la mejor opción si vives con una familia y hay niños o mascotas por en medio. Esto es porque las catalíticas son más seguras al no llegar a prender fuego directo que pueda lastimar a alguien. En cambio, las estufas de llama azul son algo más peligrosas.
Además del tema de la seguridad, las estufas catalíticas son mucho más eficientes utilizando la energía que las estufas de llama azul. De hecho, les basta unos minutos para subir la temperatura de una sala, mientras que las estufas de llama azul son más lentas.
Eso sí, todo depende del tamaño de la habitación que quieras calentar. Si, por ejemplo, tienes una habitación que mide más de 35 metros cuadrados, podría ser más inteligente utilizar una estufa de llama azul porque tiene más potencia que las estufas catalíticas de toda la vida.
Consejos para elegir una estufa catalítica
Si las estufas catalíticas te interesan para calentar tu casa en los meses más fríos del año, necesitas saber qué es lo que tienes que mirar en los modelos de aparatos de climatización para dar con el aparato perfecto. Estos son todos los factores que influyen en su buen uso:
Decide qué habitación quieres calentar
Saber dónde vas a colocar la estufa catalítica hace una gran diferencia a la hora de elegir el mejor modelo. Por ejemplo, si quieres colocarla en una habitación pequeña vas a necesitar una potencia de 1.800 W como máximo, mientras que las salas grandes necesitan 2.500 W.
En cualquier caso, siempre tienes que asegurarte de que la estancia está bien ventilada. Así no correrás el riesgo de sentir mareos, dolores de cabeza y otros efectos secundarios incómodos. Abre la ventana de vez en cuando para así recuperar el oxígeno que consume el aparato.
Vigila los accesorios de seguridad que incluye
Otro de los factores más importantes a la hora de elegir tu estufa catalítica tiene que ver con la seguridad. Hoy en día, la mayoría de modelos cuentan con medidas adicionales que controlan el oxígeno en el aire para evitar causar problemas de salud, como los analizadores.
También hay modelos de estufas catalíticas con detectores de ausencia de llama, que sirven para bloquear el paso del gas cuando detectan alguna avería. Por tanto, fíjate bien en que los modelos de estufa catalítica disponen de este tipo de medidas de seguridad tan necesarias.
Busca modelos con bajo mantenimiento
No debes olvidarte de lo importante que es dar con modelos de estufas catalíticas que apenas necesitan revisiones periódicas de mantenimiento. Al saber esto, puedes intuir que no hay muchas cosas de las que preocuparte cuando tengas que reparar algo en un momento dado.
Elige una estufa catalítica de bajo consumo
Como parte del plan contra el cambio climático, el mercado está sacando estufas catalíticas de bajo consumo que emiten menos cantidad de gases de efecto invernadero. Para notar que cuidas del medio ambiente y que mejoras la calidad del aire, decántate por estos modelos.