El recuperador de calor es uno de los sistemas de ventilación que se pueden instalar en una casa para poder climatizar una estancia. Existen diferentes tipos, y la mayoría de la gente solo conoce unos pocos, a parte de no saber exactamente cómo funcionan y qué principios siguen para enfriar o calentar una casa según la temperatura exterior.
Sin embargo, toda esta información es muy útil para poder escoger el mejor modelo de refrigeración y calefacción que te permita ahorrar dinero y consumir energía con mayor eficiencia. Aquí vas a poder encontrar toda la información que necesitas para saber cómo funciona un recuperador de calor y qué tipos existen.
Índice de Contenidos
¿Qué es un recuperador de calor?
Un recuperador de calor para vivienda unifamiliar sirve para aprovechar mejor la temperatura del interior de la estancia, que de otro modo quedaría desaprovechada. De esta forma, se puede calentar una habitación, salón o local utilizando la propia temperatura restante de la habitación.
Esta energía es principalmente renovable, porque realmente no genera nuevo calor, sino que simplemente hace que una casa sea mucho más eficiente aprovechando el calor que ya contiene la estancia, evitando su pérdida y manteniendo una temperatura estable durante más tiempo.
¿Cómo funciona?
Existen diferentes tipos de recuperadores de calor, como los recuperadores de calor por agua para chimeneas, o los más clásicos, que utilizan directamente el aire. Sin embargo, según su funcionamiento pueden ser principalmente de tres tipos diferentes:
- Recuperadores de flujo paralelo: son los más eficientes. En estos recuperadores hay una superficie interna en la que entran en contacto el conducto que lleva el aire del interior al exterior y el que lleva el aire del exterior al interior, logrando así un intercambio de calor mayor.
- Recuperadores de flujo cruzado: el cruce entre flujos de aire es perpendicular, de modo que el contacto entre superficies es menor, reduciendo su eficiencia.
- Recuperadores rotativos: en este caso un rotor gira para hacer entrar en contacto ambas masas de aire, logrando una eficiencia media-alta.
En todos estos casos el principio que se sigue es el de la termodinámica. El aire en el interior de la casa está a una temperatura diferente de la del exterior, y poco a poco ambas temperaturas se van igualando, perdiendo o ganando calor. Un recuperador evita este intercambio, logrando así mantener la temperatura del interior estable durante más tiempo.
Tipos de recuperadores de calor
Además de los tipos de recuperador de calor mencionados, clasificados según su funcionamiento, en realidad también hay otra forma de ordenarlos, según el uso que se les de. La mayoría de los recuperadores que puedes encontrar en el mercado se pueden meter en alguna de estas cuatro categorías.
Recuperadores de calor térmicos
Este tipo de recuperadores son los más utilizados en hospitales y entornos en los que es necesario mantener una temperatura estable, ya que se centran sobre todo en el mantenimiento del calor. En las viviendas se pueden encontrar en forma de recuperador de calor para chimenea o recuperadores de calor para estufas de leña, que en ocasiones también se pueden incluir en el grupo siguiente.
Recuperadores de calor entálpicos
Los denominados recuperadores de calor entálpicos sirven tanto para el calor como para la humedad. Son utilizados por lo general en comercios y viviendas, donde es necesario mantener un buen nivel tanto de temperatura como de humedad ambiente, evitando así el bochorno o la aparición de problemas como el moho.
Recuperadores de calor centralizados
Por otro lado tenemos los recuperadores de calor centralizados, que se instalan en el sistema central de ventilación, como su propio nombre indica, con el fin de realizar mejor el intercambio de temperaturas. Se instalan en los conductos de ventilación, así que es necesario contar previamente con un lugar adecuado donde ponerlos en el local o edificio.
Recuperadores de calor compactos
Por último podemos encontrar los recuperadores de calor compactos, en los que no es necesario una instalación costosa ni aparatosa. Estos recuperadores son libres, y se pueden colocar en cualquier lugar, abaratando así el coste de la instalación. No hay conductos de ventilación de por medio, y su tamaño es bastante reducido, de modo que son muy cómodos para hogares pequeños.
¿Cuándo es necesario una instalación de recuperador de calor?
La instalación de un recuperador de calor es necesaria en hospitales y sitios donde se deba mantener una temperatura de forma general.
Sin embargo, en locales y viviendas también se puede instalar un recuperador de calor cuando la eficiencia energética es muy baja y se pierde mucho calor, afectando así tanto al bienestar como al dinero que se destina a la calefacción y la climatización.
Además, el uso de un recuperador de calor puede ser muy útil también en los lugares en los que sea necesario controlar la humedad de forma regular por un tema sanitario e higiénico, de modo que no solo se ahorre dinero, sino que también se pueden prevenir problemas mayores.
¿Por qué se ahorra energía con los recuperadores?
Con la ventilación con recuperador de calor y aerotermia se puede ahorrar una gran cantidad de energía, lo que se traduce de forma inmediata en un ahorro de dinero considerable.
Eligenio: Elegir bien, es genial
Esto se debe a que los principios que utilizan tanto los recuperadores de calor como la aerotermia se basan en la termodinámica. Esto significa que, en lugar de forzar el mantenimiento de una temperatura concreta a través del uso de grandes cantidades de energía, se aprovecha la temperatura presente en el propio ambiente, así como el contraste de temperaturas con el exterior, para conseguir estabilizar un nivel de calor sin gastar energía. De este modo se logra aprovechar mucho mejor el calor ya presente en una casa, evitando gastar más dinero en calefacción y climatización.