A pocos días para que finalice el período estacional del verano, ya tenemos la mente puesta en que se acerca el invierno. Y, por ello, nuestro hogar debe estar preparado y equipado con un buen sistema de calefacción para afrontar los meses más fríos del año.
Si no dispones de un sistema de calefacción eficiente y estás pensando en habilitar uno en tu vivienda unifamiliar, este artículo está hecho para ti.
Índice de Contenidos
Tipos de sistemas de calefacción para viviendas unifamiliares
En los meses más fríos del año es muy importante no solo disponer de un sistema de calefacción adecuado para tu vivienda, sino también que se encuentre en perfecto estado. Dependiendo de la zona climática en la que vivas y las características del inmueble, tendrás que seleccionar un tipo de calefacción u otra.
Afortunadamente, a día de hoy existen varias alternativas en el mercado de las que podrás comparar los pros y contras, aunque nuestra recomendación es que recibas toda la información y asesoramiento por parte de un profesional.
Podemos llegar a diferenciar entre siete tipos de calefacciones, donde no solo se aprecian diferencias técnicas y de consumo, sino también económicas.
Calefacción eléctrica
El sistema de calefacción eléctrica es uno de los más empleados en las viviendas. Su funcionamiento se basa en estar conectado a la red eléctrica, lo que supone una gran facilidad tanto en la instalación como en su funcionalidad. Suele utilizarse en hogares no muy fríos, en segundas viviendas o en hogares pequeños, ya que ofrecen calor con mayor rapidez que otras alternativas con independencia del clima exterior. No obstante, este tipo de calefactores consumen bastante luz, factor a tener en cuenta debido a que la electricidad es una de las energías de mayor coste económico.
Estos calefactores están compuestos de unas placas que, al estar en contacto con la electricidad, transforman la energía eléctrica en calor. Existen varias alternativas en el mercado sobre este tipo de calefactor, ya que puede haber radiadores eléctricos fijos o móviles. Los primeros suelen estar fijados en paredes y a la hora de instalarlos hay que tener en cuenta el espacio en el que se van a colocar, ya que para una mayor eficiencia deben situarse en zonas en las que no haya muebles o cortinas cercanas. Los móviles, por su parte, suelen estar fabricados con ruedas para que puedan desplazarse con facilidad.
Calefacción de gas
La calefacción de gas natural también es una de las más usadas en nuestro país, sobre todo, en regiones donde el frío se pronuncia con una mayor intensidad. Este tipo de sistema de calefacción se usa más en edificios o bloques de viviendas.
Se compone de una caldera a la que accede el gas y de un circuito por donde transita el agua caliente, el cual contacta con unos radiadores fijados en la pared para que éstos transmitan el calor en el interior.
Requiere de una inversión económica más costosa y también de un tiempo de instalación más elevado, ya que es necesario realizar obras en el edificio. Si optamos por instalarlo en radiadores fijados hay que alojarlos en el suelo y en las paredes.
Con el incremento del precio del gas, puede ser una opción menos económica que el resto. Aunque es cierto que su eficiencia y efectividad es incuestionable, ya que mantiene el calor durante bastante tiempo en el interior de una vivienda.
Calefacción con gasoil
Este tipo de calefacción usa el gasoil como combustible para generar calor. El precio es económico y es necesario disponer de un depósito para almacenar el gasoil.
No es una alternativa recomendada para edificios o bloques de pisos, sino para casas rurales o viviendas unifamiliares en el campo donde la estancia del invierno sea duradera. Al igual que la calefacción por gas, se necesita una caldera para la instalación. Mantiene el calor durante bastante tiempo en el interior del inmueble.
Calefacción con energía solar térmica
Una de las calefacciones más ecológicas del mercado, ya que emplean las placas solares para calentar el interior de una vivienda. Con ello se reduce considerablemente el gasto en energía y también en el aspecto económico.
Las placas solares aprovechan la radiación solar para recoger la energía que, posteriormente, se transforma en electricidad con la que podremos obtener agua caliente o climatizar el interior de una vivienda.
Calefacción con bomba de calor
La calefacción con bomba de calor se encuentra integrada normalmente en los aires acondicionados. Se trata de uno de los tipos de mayor eficiencia energética ya que no necesitan consumir mucha energía para emitir calor. No obstante, no suelen mantener el calor en el interior del hogar durante mucho tiempo.
Su funcionamiento se basa en recoger aire frío del exterior y convertirlo en caliente para transmitirse en el interior de la vivienda, de la misma forma que en verano coge aire caliente del exterior y lo transforma en frío.
Calefacción con biomasa
La calefacción con biomasa está ganando cada vez más enteros en estancias unifamiliares o en viviendas rurales. Se trata de uno de los sistemas de calefacción más económicos del mercado. Además, las estufas de biomasa representan un tipo de calefacción más ecológica que el resto debido a que usan un combustible de residuos forestales o plantaciones no aptas para consumir. Esto significa que es un combustible limpio y que no desprende emisiones dañinas para el medio ambiente al quemarlos.
La funcionalidad de la calefacción con biomasa requiere de una instalación mediante obra, ya que es necesario habilitar una chimenea que ofrezca una salida al humo. Se trata de una buena opción para viviendas unifamiliares grandes donde el invierno sea largo.
Suelo radiante
La calefacción por gas puede estar integrada en tuberías bajo el suelo, más conocido esto como calefacción por suelo radiante. El funcionamiento es prácticamente el mismo que el de la calefacción por gas, con la diferencia de que es necesario realizar una obra levantando el suelo para instalar el sistema de gas natural.
Consejos para elegir el mejor sistema de calefacción
A la hora de elegir un sistema de calefacción hay que estudiar y planificar cuál será el modelo que presente una mayor eficiencia y sostenibilidad en tu hogar, para lograr un ahorro energético y también en tu bolsillo. La planificación es vital para actuar con previsión antes de que llegue el invierno, ya que la empresa contratada debe contar con un tiempo suficiente para el proceso de instalación.
Hay que establecer una relación entre el consumo y el precio de la energía que vayamos a emplear, al igual que también debemos tener en cuenta otros criterios como el tamaño de la vivienda unifamiliar o su ubicación, ya sea en ciudad o en zona rural.
Eligenio: Ahorra eligiendo
¿Cuál es el mejor sistema de calefacción para una casa?
El mejor sistema de calefacción depende de varios criterios que ya hemos detallado anteriormente. La electricidad es la energía menos costosa en su instalación, pero una de las más caras en la factura.
La calefacción de gas y con suelo radiante suben el precio en su instalación y, aunque el gasto también resulta elevado, es más barato que la electricidad.
La calefacción por gasoil requiere un esfuerzo económico en la instalación y, actualmente, el gasoil ha encarecido su precio considerablemente.
Hay algunas opciones que son un poco más caras de instalar, pero que resultan muy económicas a final de mes como son la calefacción con energía solar térmica y por bomba de calor o con biomasa.