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¿Qué tipos de suelo radiante existen?
La calefacción por suelo radiante consiste en la instalación de una red de tubos generadores de calor debajo del pavimento. El calor asciende hacia arriba, permitiendo que se reparta de forma mucho más homogénea, con respecto a otros tipos de calefacción.
El uso de suelo radiante para calentar el hogar se ha vuelto muy popular en los últimos años, especialmente en el norte de Europa. Ello se debe a las grandes ventajas que ofrece.
El suelo radiante supone un mayor ahorro, pues necesita poca energía para generar calor suficiente, en contra de la calefacción a base de aire o de un radiador. Su gasto es mayor en su instalación, pero su mantenimiento es muy económico.
Además, permite un mejor aprovechamiento del espacio en el hogar, así como una mejora de la estética, ya que no se ve y no ocupa espacio al permanecer debajo del enlosado o parquet.
Hay dos tipos de suelo radiante:
- Por electricidad
- Por agua caliente
Ambos tipos tienen sus ventajas e inconvenientes. A continuación, analizamos sus características.
Suelo radiante eléctrico
Se trata de una instalación en la que se coloca una resistencia eléctrica bajo el suelo, con forma serpenteante. Esta transforma la energía eléctrica en calor.
Su colocación es relativamente sencilla de hacer y no requiere de una gran inversión, aunque ha de ser realizada por un profesional, pues es necesario levantar el enlosado o tarima, así como incluir aislantes para su buen mantenimiento.
En cuanto a su consumo energético, permite un ahorro de energía en el hogar de un 20 %, con respecto a otras formas de calefacción. En este sistema no es necesario el uso de caldera para su funcionamiento.
Suelo radiante por agua
El suelo radiante por agua consiste en la instalación de unas tuberías que van debajo del suelo, por donde corre agua caliente. Este sistema permite un mayor calor con menor gasto energético que el modelo eléctrico, permitiendo un ahorro en la factura energética de hasta un 30 %.
Esta opción de suelo radiante requiere un mayor coste de instalación y, además del trabajo de obra, es necesario instalar una caldera que sirve para calentar el agua. Este sistema de calentamiento de agua permite conseguir una temperatura ambiente en el hogar de entre 18 y 22 °C. La temperatura que alcanza el agua corriente es de 46° máximo.
Tipos de tubos para suelo radiante
Existen dos tipos de tubos en la instalación de suelo radiante.
- PEX-A
- PE-RT / AL / PE-RT
Los tubos para suelo radiante pueden estar formados de varias capas o por una única extrusión.
El tipo de tubo PEX-A está formado por una única extrusión, es decir, no dispone de capas. Una barrera de difusión de oxígeno lo recubre completamente. Esto permite que no entre oxígeno en la tubería, evitando así la corrosión de esta.
La tubería PEX-A para suelo radiante es la de mayor calidad y durabilidad, teniendo una garantía de por vida. Tiene buena flexibilidad y permite colocarla en la instalación con facilidad.
El tubo AL PE-RT es una extrusión de polietileno de 5 capas, con alta resistencia a temperaturas elevadas. Tiene un núcleo de aluminio que sirve para aislar de la penetración de oxígeno, para evitar la corrosión. Su durabilidad es de unos 50 años.
¿Cuál es el mejor tipo de suelo para instalar calefacción radiante?
Para la instalación de calefacción radiante, el mejor tipo de suelo es el cerámico o en piedra. Esto es debido a que distribuye bien el calor y no lo retiene bajo su superficie. Además, soporta temperaturas de hasta 29 °C, no habiendo limitación en cuanto a la generación de calor.
Los suelos cerámicos y de piedra funcionan muy bien tanto para calefacción radiante eléctrica como hidrónica. Tienen una alta conductividad térmica y permiten una buena distribución del calor por toda una habitación.
De todas formas, los de madera también pueden utilizarse en una instalación de suelo radiante, aunque hay que tomar en cuenta algunos puntos:
- Las diferentes maderas que se emplean para suelos laminados de madera o parquets, tienen diferentes propiedades térmicas, por tanto, hemos de tomar en cuenta qué tipo de madera es más recomendable utilizar.
- Los suelos realizados con maderas densas y láminas delgadas son los que ofrecen una mejor conductividad térmica. Por otro lado, estos suelos tienen una limitación de temperatura de hasta 27 °C.
- Para respetar esta limitación en la instalación de suelo radiante en parquets es necesario incluir un termostato que controle la temperatura. Además, las láminas de madera no deben tener un grosor superior a 18 mm para que el sistema rinda con eficiencia.
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Suelo radiante eléctrico o por agua, ¿cuál es mejor?
El suelo radiante hidrónico o por agua es el mejor en cuanto a eficiencia energética, si bien su instalación es más cara. No obstante, el desembolso inicial puede ser recuperado a mediano plazo, pues su gran ventaja reside en que disminuye la factura de luz en hasta un 30 % con respecto a otros tipos de calefacción.
En la instalación del suelo radiante por agua es necesario instalar las tuberías y la caldera que calentará el agua, por eso el precio inicial es más costoso, pero a la larga es más rentable, pues la caldera permite muy poco gasto energético para calentar el agua que servirá de calefacción.
El suelo radiante eléctrico, por su parte, es el más aconsejable cuando no quieres realizar una gran inversión inicial. En este caso, el ahorro energético con respecto a la calefacción tradicional es de hasta un 20 %. Se recomienda aprovechar los tramos horarios energéticos de bajo consumo y menor coste para un rendimiento energético óptimo.
Los tipos de suelo radiante disponibles en el mercado son una buena opción si deseas disponer en tu hogar de una calefacción más confortable, más estética y con un menor gasto en la factura energética.
Para elegir entre instalar un suelo radiante, eléctrico o por agua debes tener en cuenta tus necesidades y la disponibilidad de inversión inicial. En cualquier caso, ambas te permitirán un ahorro mensual de energía, además de todas las otras ventajas de cada modelo.