¿Qué es el Dióxido de Carbono?
El dióxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido que se encuentra en la atmósfera terrestre de forma natural. Su principal componente es el carbono, por lo que también recibe el nombre de anhídrido carbónico.
El dióxido de carbono tiene muchos usos en diferentes sectores, pero en los últimos años ha ganado mucha fama debido a que afecta al cambio climático de distintas maneras. En este artículo te explicamos todo sobre el dióxido de carbono: qué es, para qué se utiliza y cómo influye en el medio ambiente.
El dióxido de carbono es un compuesto químico formado por dos átomos de carbono y un átomo de oxígeno. Su fórmula es CO₂. Aunque en la naturaleza se presenta en estado gaseoso, el dióxido de carbono también se puede encontrar en estado sólido o líquido, dependiendo de la temperatura y la presión del ambiente en que se encuentre.
En el ambiente, el dióxido de carbono cumple diversas funciones importantes para los seres vivos. Por ejemplo, es uno de los compuestos que intervienen en el ciclo del agua, y es liberado por los organismos durante la respiración y utilizado por las plantas para la fotosíntesis.
Usos del Dióxido de Carbono
A nivel industrial, el dióxido de carbono se utiliza en diversos sectores, debido a que se trata de un gas muy versátil. Algunos de los usos más comunes del dióxido de carbono son los siguientes:
– En la fabricación de bebidas carbonatadas, como el agua mineral o la soda. De hecho, es el principal responsable del gas en los refrescos.
– Como agente extinguidor de incendios, ya que es un gas inerte que no reacciona químicamente con otros elementos.
– En la agricultura, para aumentar el crecimiento y la resistencia de las plantas.
– Para conservar alimentos, ya que es un gas aséptico que impide el crecimiento de microorganismos.
– En el sector automotriz, para fabricar llantas de diámetro reducido y neumáticos más ligeros.
¿Cómo afecta el CO2 al cambio climático?
Por desgracia, el dióxido de carbono es un gas que contribuye al efecto invernadero, por lo que su presencia en la atmósfera está directamente relacionada con el cambio climático.
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el dióxido de carbono es el segundo gas con mayor efecto invernadero, después del dióxido de nitrógeno. Los gases de efecto invernadero son aquellos que absorben la radiación infrarroja emitida por la Tierra y, al hacerlo, aumentan la temperatura del planeta.
El dióxido de carbono se encuentra en la atmósfera terrestre de forma natural, pero también es liberado por actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación o el uso de fertilizantes. Debido a esto, se estima que en los últimos 150 años su concentración ha aumentado en un 40%, lo cual ha contribuido al cambio climático de forma pronunciada.
