Detentor: ¿Qué es y cómo funciona?
En el mundo de la calefacción, hay más de un componente que te puede resultar totalmente desconocido si no sabes bien cómo funcionan los sistemas de radiadores. Uno de los componentes a los que nos referimos es el detentor, un dispositivo con un papel fundamental.
Para que te hagas una idea, quédate con que el detentor está pensado para controlar la temperatura que alcanza un radiador. A partir de aquí, sigue leyendo este post y descubrirás dónde localizar esta pieza dentro del radiador y cuándo deberías tenerlo abierto o cerrado.
¿Dónde está el detentor de un radiador?
El detentor no es más que una válvula que puedes encontrar en el lado opuesto al tapón de purga, justo debajo del radiador. Está instalado ahí por una razón muy importante, y es que su objetivo es regular la temperatura del aparato y, por ende, la temperatura de la habitación.
Ahora bien, ¿cómo funcionan exactamente los detendores? Ese objetivo no lo pueden conseguir si no están acompañados de la válvula termostática, que está localizado en el cabezal del radiador. Gracias a ella, la temperatura en el ambiente se mantiene constante.
- Cuando el detentor está abierto, el flujo de agua caliente va circulando hacia el radiador, lo que hace que se caliente y emita calor a la habitación
- Cuando el detentor está cerrado, el flujo de agua caliente se para y el radiador se va enfriando poco a poco, lo que hace que ya no se emita calor a la habitación
Como te estarás imaginando, es importante saber cuándo conviene dejar el detentor abierto y cómo configurar la válvula termostática para conseguir mantener una habitación a la temperatura perfecta, sin por ello tener que gastar más energía de la realmente necesaria.
¿Es necesario instalar un detentor en cada radiador?
Sí, lo más recomendable es que instales un detentor en el radiador para que así puedas controlar y regular la temperatura del agua que circula por el sistema de calefacción. De esta forma, puedes conseguir todos estos objetivos cruciales para tu bienestar y confort:
- ajustar la temperatura de forma manual
- permitirte un mayor ahorro energético
- lograr un mayor confort térmico en casa
En general, los expertos aconsejan que instales un detentor en cada radiador para que funcione a la perfección y para que el calor se distribuya bien por todas las estancias, sin gastar mucha energía. Puedes consultar Eligenio y ver otras técnicas de ahorro energético.
Y es que ten en cuenta que, en algunos casos específicos (como sistemas de calefacción centralizados o viviendas de tamaño reducido), se puede prescindir de la instalación de detentores, siempre y cuando se regule la temperatura en el sistema de calefacción global.
¿Lo malo? Que la instalación de un detector suele ser bastante costosa, así que tu decisión también depende del presupuesto que tengas disponible para tus sistemas de climatización. A veces, es mejor instalar el detector solo en los radiadores que más acostumbras a usar.
Detentor: ¿Abierto o cerrado?
Una de las preguntas más comunes que surgen al hablar del detentor es si es mejor tenerlo abierto o cerrado. La respuesta a esta pregunta no es blanco o negro, y es que depende de las condiciones específicas de cada vivienda y también de las preferencias de cada persona.
Pero, para que te hagas una idea, te conviene tener el detentor abierto cuando:
- Necesitas un acceso mucho más rápido e inmediato al contenido del detentor
- Quieres que el contenido del detentor se ventile o se seque correctamente
- Prefieres que el contenido del detentor se vea para identificarlo a simple vista
Ahora bien, en las siguientes situaciones es mejor que tengas el detentor cerrado:
- Si es un objeto peligroso o delicado que puede hacer daño si se deja abierto
- Si quieres evitar que se desprenda o se pierda el contenido del detentor
- Si buscas mantener el detentor en su lugar y evitar que se mueva o se caiga
- Si quieres evitar que otras personas accedan al contenido del detentor
En pocas palabras, es mejor que tengas el detenedor abierto para que el flujo de agua caliente siga accediendo al radiador y la temperatura constante de la casa esté igual. De esta forma, el radiador emite energía térmica de manera constante y las estancias se mantienen calientes.
No obstante, si quieres regular la temperatura manualmente o reducir el consumo de energía, puedes cerrar parcial o totalmente el detentor. Al hacerlo, limitas el flujo de agua caliente hacia el radiador, lo que hace que la temperatura de las habitaciones baje considerablemente.
En conclusión, la decisión de tener el detentor abierto o cerrado depende de las preferencias que tengas personalmente, de cuánta energía estés dispuesto a gastar y de las condiciones específicas de tu casa. Lo importante es encontrar un equilibrio en la temperatura del hogar.
