¿Qué es la potencia demandada?
Este término hace referencia a la cantidad de suministro eléctrico (en kilovatios) que demanda un consumidor en un momento dado. También se puede definir como la potencia que pide o reclama el punto de luz para proporcionar energía eléctrica al domicilio o local comercial, en el cual habrá un servicio contratado previamente con una compañía distribuidora de luz.
La potencia demandada tendrá efecto directo en la facturación y el precio final del servicio eléctrico para un consumidor. Como se puede apreciar, afectará también al suministro que se tenga contratado, algo que hace que la calidad y la cantidad de potencia que llegue al punto de luz sea otro de los aspectos donde incida.
¿Y la potencia máxima demandada?
La potencia máxima demandada es el resultado de sumar las potencias de los aparatos que se encuentren conectados a la vez en un período de tiempo determinado. Por tanto, este valor variará siempre en función de la clase y la cantidad de aparatos eléctricos que se usen, así como de los hábitos de consumo y de las personas que estén presentes.
¿Puede superar la potencia demandada a la contratada?
La potencia demandada sí puede superar a la contratada. En este sentido, la potencia facturada parte de un cálculo o cifra que resulta de la potencia contratada y la potencia demandada. Si la potencia demandada es mayor a la contratada pueden aparecer penalizaciones y una subida de la cuantía a pagar en la factura. Explicamos los posibles casos:
- En primer lugar, si la demandada está entre el 85% y el 105% de la contratada, se facturará la potencia máxima registrada.
- En el caso de que la potencia demandada sea superior al 105% respecto a la contratada, se facturará el valor registrado más el doble de la diferencia entre el valor registrado y el valor correspondiente al 105% de la contratada.
- Por último, si la potencia demandada es menor al 85% de la contratada, se facturará el 85% de la potencia contratada.
