¿Qué es un recuperador entálpico?
Un recuperador entálpico es un dispositivo utilizado en sistemas de ventilación y climatización para mejorar la eficiencia energética y la calidad del aire interior. Su función principal es recuperar parte de la energía térmica y la humedad contenida en el aire de salida de un espacio, transferirlas al aire fresco de entrada y así pre acondicionar este último antes de que entre al sistema.
Cómo funciona un recuperador entálpico
El funcionamiento del recuperador entálpico sigue el mismo principio que el recuperador de energía sensible. Su base radica en recuperar la energía utilizada en climatizar un espacio al introducir aire exterior. A diferencia del recuperador sensible, el recuperador entálpico no solo se enfoca en la temperatura, sino que también incorpora la humedad en su ecuación.
Debido a esto, este dispositivo facilita el intercambio tanto de temperatura como de humedad entre los flujos de ventilación. La efectividad de este intercambio dependerá de la eficiencia del recuperador y las condiciones interiores y exteriores.
Para lograr este proceso entálpico, se utiliza un intercambiador de calor confeccionado con materiales capaces de equilibrar la temperatura y humedad entre los flujos, sin permitir el paso de partículas. En los recuperadores de flujo y contraflujo, se mantiene la separación de flujos, mientras que en los recuperadores rotativos, se permite la mezcla entre flujos.
Usos de un recuperador entálpico
Los usos de un recuperador entálpico se pueden diferenciar según la actividad que se desarrolle en el interior y/o las condiciones exteriores.
En lo que concierne a la actividad en interiores, se encuentran aplicaciones terciarias e industriales con exceso de humedad. Ejemplos de esto son los gimnasios, piscinas cubiertas, discotecas, o similares.
En el caso de las condiciones exteriores, emergen dos extremos: exceso y deficiencia de humedad. En regiones costeras, por ejemplo, es común encontrar altos índices de humedad relativa que superan el 75%. En este caso, no resulta favorable introducir aire con exceso de humedad directamente, ya que incrementa la humedad interior.
Por otra parte, la deficiencia de humedad es típica en el interior de la península y/o en áreas frías, donde las humedades absolutas son muy bajas. Si introducimos directamente el aire en interiores, debido a esta diferencia de humedad, podríamos deshumidificar el aire interior, descendiendo a niveles por debajo del 40%. Esto podría dar lugar a fenómenos como la electricidad estática.