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¿Por qué debemos reciclar los electrodomésticos?
Los pequeños aparatos electrónicos que encontramos en nuestro hogar están compuestos por multitud de elementos. Más allá del plástico, el aluminio, el vidrio o el cobre, los electrodomésticos están fabricados con metales que pueden ser nocivos para la salud y muy perjudiciales para la mayoría de los organismos vivos. Por ejemplo, la intoxicación con plomo puede derivar en anemia, daño renal o infertilidad masculina; el selenio está relacionado con los sarpullidos en la piel, y el cadmio con trastornos gastrointestinales.
En definitiva, reciclar los electrodomésticos es fundamental para evitar el daño de los ecosistemas y cuidar la salud de los seres humanos.
Clasificación de los electrodomésticos para su reciclaje
Para orientar al consumidor y que cada uno de nosotros pueda reciclar los electrodomésticos con más facilidad, los aparatos se pueden clasificar según sus características.
Según la normativa europea de la Directiva de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, los electrodomésticos se clasifican en colores con el objetivo de promover la reutilización de estos aparatos.
- Gama marrón: aquellos relacionados con el sonido y la imagen. Desde un mando a distancia hasta el televisor.
- Gama blanca: son los relacionados con la limpieza, la cocina, la ventilación y la refrigeración, como un ventilador o una secadora.
- Gama gris: aparatos vinculados a la informática y las telecomunicaciones. Por ejemplo, los smartphones y las impresoras.
- Gama PAE (Pequeños Aparatos Electrodomésticos): como secadores de pelo, freidoras o básculas.
Por otra parte, la legislación RAEE de España organiza los electrodomésticos de la siguiente forma:
- FR1: en este grupo encontramos los aparatos que realizan un intercambio de temperatura, como los equipos de deshumidificación o los radiadores.
- FR2: los monitores y las pantallas, incluidas las notebooks.
- FR3: se corresponde con las lámparas, independientemente de la intensidad o los componentes. Las lámparas LED, las fluorescentes o las de descarga de alta intensidad son algunas de ellas.
- FR4: los grandes aparatos —mayores de 50 cm— ocupan este grupo. Comprende desde lavadoras, secadoras y hornos eléctricos, hasta cartuchos de impresión, equipos de música y máquinas tragaperras de grandes dimensiones.
- FR5: en cambio, los pequeños aparatos —de un tamaño inferior a 50 cm— corresponden a este grupo. Las aspiradoras, las máquinas de coser, los hornos microondas, los enchufes y las regletas, los aparatos deportivos y los ordenadores de submarinismo son algunos ejemplos.
- FR6: encontramos los aparatos informáticos y de telecomunicaciones fabricados con elementos peligrosos, como los teléfonos móviles, los cartuchos de impresión y las calculadoras de bolsillo.
- FR7: debido a su singularidad, se ha establecido una categoría que incluya únicamente los paneles fotovoltaicos.
Cómo reciclar los electrodomésticos de forma adecuada
Existen distintas alternativas para reciclar los electrodomésticos del hogar. No obstante, los puntos limpios son la opción más segura.
En puntos limpios fijos
Una de las alternativas más adecuadas para reciclar los electrodomésticos —especialmente si has descartado la reparación— es visitar un punto limpio. Estos son espacios de grandes dimensiones situados a las afueras de la ciudad cuya función es dar una segunda vida a las materias primas y, de este modo, proteger el medio ambiente.
Los puntos limpios fijos no solo motivan a las personas a reciclar los aparatos eléctricos y sus residuos, sino que sirven como zona controlada para evitar los vertidos ilegales, potencialmente perjudiciales para los seres vivos.
No obstante, es importante saber que no todos los puntos limpios aceptan el mismo tipo de objetos. De modo que conviene informarse antes de desplazarse hasta el lugar para realizar el depósito de los residuos. En la página oficial de la OCU podrás encontrar el punto limpio más próximo a tu vivienda y comprobar los productos que admite cada uno de ellos.
De todos modos, algunos de los materiales que no se admiten en los puntos limpios son los productos radiactivos, los neumáticos y los residuos orgánicos, infecciosos, explosivos o sin identificar.
En puntos limpios móviles
En cambio, un punto limpio móvil es un contenedor compartimentado situado más cerca del usuario. Su tamaño es inferior al de un punto limpio fijo, así que no ofrece los mismos servicios que el anterior, pero es más accesible y céntrico. Además, su montaje no genera olores y carece de peligrosidad.
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Reparar o reciclar electrodomésticos, ¿qué es mejor?
Debido a la inadecuada gestión del reciclado y al alto volumen de residuos que se generan a nivel mundial, la reparación es la opción más ecológica. Además, este método se hace cada vez más accesible desde que los fabricantes tienen la obligación de producir un número mayor de piezas de recambio.
De todos modos, la iniciativa de la Unión Europea de producir nuevos aparatos eléctricos energéticamente más eficientes y respetuosos con el medioambiente es un punto positivo si decides reciclar los electrodomésticos.
Sin duda, los puntos limpios son un importante aliado cuando se trata de reciclar electrodomésticos. No obstante, recuerda que también puedes barajar la posibilidad de reparar el producto, reducir los residuos y disminuir tu impacto en el planeta. Escojas la opción que escojas, ten presente que es un paso hacia un futuro “más verde”.
