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Autoconsumo fotovoltaico residencial
El residencial es uno de los tipos de autoconsumo fotovoltaico que permiten a las viviendas producir su propia energía para el consumo personal. Este sistema de generación de potencia se consigue mediante la instalación en los edificios de placas solares que recogen la radiación del sol y la transforman en electricidad. En España, cada vez son más los hogares que se autoabastecen de energía solar. De hecho, se trata del país con más potencia fotovoltaica instalada a nivel mundial.
El autoconsumo fotovoltaico residencial se divide en dos clases:
· Conectado a la red es una instalación con 2 conexiones. Una que va al sistema eléctrico del edificio y otra a la red de distribución, que es propiedad de la compañía eléctrica.
· Aislado, que está totalmente desconectado de la red eléctrica. Esto implica que si no se cuenta con baterías o algún sistema de almacenamiento de energía, la vivienda se puede quedar sin electricidad. De hecho, en algunos casos las baterías no son suficientes y es necesario complementar la instalación con un generador eléctrico u otra alternativa de almacenamiento de energía solar para evitar quedarse sin suministro.
Elegir una u otra clase de sistema de autoconsumo fotovoltaico depende tan solo de las preferencias de los usuarios y del tipo de necesidades de cada vivienda.
Autoconsumo conectado a la red
Cuando la residencia está conectada puede elegir verter a la red de distribución el excedente que genera. Esto es una buena opción para los usuarios, ya que se obtiene una compensación económica que ayuda a sufragar la inversión que se ha hecho en la instalación de placas en la vivienda.
El autoconsumo fotovoltaico residencial puede ser para uso individual, de un solo hogar, o de forma compartida con otras viviendas o con una comunidad solar. Este sistema consiste en que varias casas estén conectadas a la misma instalación o cuando se utiliza conjuntamente por una comunidad de vecinos. Suelen ser poco frecuentes, ya que la medición de la cantidad de consumo de cada hogar es complicada. Por ello, es frecuente realizar la instalación en zonas comunes como garajes, patios o espacios de ocio.
Autoconsumo fotovoltaico industrial
Además del uso residencial, aprovechar la energía solar para el autoabastecimiento energético también es una gran opción para el sector industrial, ya sean grandes empresas o pequeños comercios.
Como ocurre en el caso de las viviendas, el empleo de este tipo de generación de electricidad supone los mismos beneficios de ahorro mensual en la factura de la luz. Las únicas diferencias se encuentran en:
· El consumo energético, ya que suele ser mucho mayor para dar respuesta a las necesidades de la empresa.
· Los horarios de este consumo dependen del tipo de industria de la que se trate, de si trabajan durante todo el día o noche, o cuentan con horarios comerciales.
· El tamaño de la instalación que, por lo general, suele ser mucho mayor que la necesaria para una vivienda.
Cómo elegir el mejor tipo de autoconsumo fotovoltaico
Para elegir entre los tipos de autoconsumo fotovoltaico, el que mejor responda a tus necesidades, es importante hacer un estudio exhaustivo del consumo energético anual de tu hogar o empresa. Una vez lo tengas, calcula el espacio real del que dispones para colocar la instalación. Si es en el tejado, no solo hay que pensar en los metros de cubierta, sino tener en cuenta los posibles obstáculos como antenas o chimeneas.
Con esta información lo mejor es contactar con un instalador profesional que pueda aconsejarte sobre el tipo de placas, el tamaño más adecuado para tu uso de electricidad y las características y eficiencia de estas.
Cambiar a este tipo de generación de energía es cada vez más común porque sus beneficios son muy interesantes. Por una parte, está el ahorro. Los hogares que apuestan por la instalación de un sistema fotovoltaico pueden llegar a ahorrar hasta un 50 % en el consumo eléctrico que realizan de la red de distribución.
Elige con el genio del ahorro
Pero, no solo se consigue ahorrar. También puede suponer un beneficio económico. Como ya hemos comentado, con este tipo de autoconsumo es posible generar ingresos al volcar a la red el excedente de producción eléctrica. Además, en muchas comunidades se dan incentivos a quienes apuesten por la energía fotovoltaica como una bonificación en el IBI o deducciones fiscales en el IRPF.
Por último, un beneficio más importante al dar el salto a este tipo de energía es la electricidad que obtenemos a través del sol, es energía limpia y renovable, lo que reduce drásticamente la cantidad de emisiones de CO₂ a la atmósfera que se producen cada año. Una apuesta por el cuidado del planeta.
Aquí te hemos dado algunos datos sobre los diferentes tipos de autoconsumo fotovoltaico y las ventajas que suponen tanto para los usuarios como para el medioambiente. Y tú, ¿estás valorando el uso de este tipo de generación de energía en tu vivienda o empresa?
