Ciclos de rankine: Qué son y para que sirven
Si eres un entusiasta de la termodinámica, seguramente te suena de algo eso que llamamos “los ciclos de Rankine”, un concepto fundamental sobre todo en el campo de la ingeniería de plantas de energía. Veamos por qué este concepto es tan importante y en qué consiste.
¿Qué son los ciclos de rankine?
Los ciclos de Rankine se refieren en realidad a cuatro procesos principales que se llevan a cabo en las plantas de energía: el calentamiento, la expansión, el enfriamiento y la compresión. Estos procesos definen todos los ciclos hasta tener energía mecánica de forma eficiente.
Fases del ciclo de rankine
Si quieres adentrarte un poco en los ciclos de Rankine, estate atento a estos cuatro puntos:
- Durante la fase de calentamiento, el fluido que se utiliza en las plantas de energía absorbe calor a través de una fuente externa (como, por ejemplo, la energía del sol o un combustible fósil). Esto lleva al fluido a alcanzar un estado gaseoso.
- Durante la fase de expansión, el fluido en estado gaseoso se introduce en una turbina, que es donde se va a expandir para, posteriormente, empezar a hacer girar el rotor de la máquina y generar un trabajo mecánico. Aquí se crea energía por primera vez.
- Durante la fase de enfriamiento, el fluido en estado gaseoso ha terminado de hacer girar el rotor de la máquina y se deja enfriando para, después, condensarse y liberar calor al medio ambiente desde el condensador. El fluido se vuelve líquido otra vez.
- Durante la fase de la comprensión, el fluido condensado se bombea de nuevo al generador de vapor, donde se vuelve a calentar para reiniciar el ciclo.
Como ves, los ciclos de Rankine se llaman así porque permiten que el fluido esté generando energía mecánica de manera eficiente una y otra vez, gracias a que se va cambiando el estado del mismo de líquido a vapor y viceversa. Es un proceso habitual en las plantas de energía.
