¿Qué es el CO₂?
El CO₂ es un compuesto químico formado por dos átomos de oxígeno y uno de carbono, unidos a través de enlaces dobles covalentes, es decir, que comparten dos pares de electrones en su última capa de orbitales para mantener el equilibrio.
En condiciones atmosféricas de presión y temperatura, el CO₂ es un gas incoloro, inodoro y soluble en agua. Está presente en el aire y es un subproducto de la respiración de humanos y animales que además resulta indispensable para el proceso fotosintético de las plantas.
¿Cómo impacta el CO₂ en el planeta?
A pesar de ser necesario para la vida, el exceso de CO₂ que existe hoy en la atmósfera es perjudicial para el planeta. Lo que ocurre es que este gas absorbe parte de la radiación térmica que emite la superficie terrestre, aumentando la temperatura interna en el llamado efecto invernadero.
El exceso de calor causa alteraciones en el equilibrio hídrico de la tierra, lo cual tiene consecuencias terribles. La principal es el deshielo de zonas polares, que termina por incrementar los niveles de mares y océanos, causando inundaciones, huracanes y lluvias ácidas. Esto, a su vez, puede modificar las propiedades del suelo y el mar, limitando el cultivo y alterando la cadena alimenticia.
¿Cómo se mide el CO₂?
Para conocer los niveles de CO₂ en cualquier espacio se suele utilizar un sensor especial que detecta la cantidad de moléculas del compuesto en el aire, y la expresa en partes por millón (ppm). La mayoría de estos aparatos funcionan a través de un haz de luz infrarroja que se emite y recibe en una onda corta. Ya que el CO₂ es capaz de absorber la radiación, la diferencia de energía entre la entrada y la salida del haz permite hacer una medición indirecta del gas en ese espacio.
¿Cuáles son los niveles saludables de CO₂?
Como hemos dicho antes, la presencia de CO₂ es necesaria para la vida, pero es importante vigilar que sus niveles estén dentro de un rango aceptable. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo recomienda mantenerlos por debajo de 800 ppm en espacios cerrados, y cuidar la ventilación para evitar excesos.
