Las instalaciones solares son innovaciones que nos permiten tener acceso a la corriente eléctrica de una forma sostenible y limpia, pero cuando las conectamos a la red estamos haciendo que funcionen como una central generadora de energía pública y privada, con todas las ventajas que esto puede conllevar.
Hoy en día, cada vez más personas se interesan por este tipo de instalación fotovoltaica, la cual contribuye a un uso más responsable y comunitario de la electricidad. De hecho, ¿sabías que contar con placas solares conectadas a la red te puede hacer ahorrar dinero?
Pues en este artículo vamos a descubrir a qué nos referimos exactamente por instalación solar conectada a la red, cómo funciona y qué partes la componen, para tomar la mejor decisión de cara a un futuro verde que cuida del medio ambiente y de nuestra economía.
Índice de Contenidos
¿Qué es una instalación fotovoltaica conectada a red?
Una instalación fotovoltaica conectada a la red es aquella que tiene conexión con la red eléctrica, de forma que se abastece tanto de la energía que generan los módulos durante las horas diurnas como de la energía que recoge de la red eléctrica a la que se vincula.
Debido a que la normativa vigente permite que las personas con una instalación solar conectada a la red envíen la energía sobrante que han generado los paneles de vuelta a la red local, este sistema fotovoltaico se ha vuelto cada vez más asiduo en todas las casas.
Por si fuera poco, gracias a este sistema, el consumidor no se queda sin electricidad porque la obtiene de la energía que produce su instalación fotovoltaica y de la que extrae de la red a la que está conectada. A la vez se beneficia de la compensación por excedentes.
Lo que diferencia a una instalación fotovoltaica conectada a la red de unos paneles solares autónomos es que la instalación conectada a la red no tiene batería ni regulación de carga. Esto es porque la red eléctrica produce energía abundante y no hay que conservarla.
Elementos de una instalación solar fotovoltaica conectada a red
Para que la instalación solar fotovoltaica conectada a la red funcione correctamente, requiere de cuatro elementos fundamentales que permiten la adquisición de electricidad:
- La red eléctrica, que es una red interconectada encargada de transformar la energía en electricidad y trasladarla a todos los puntos de consumo indicados, en este caso, donde se encuentra la instalación solar fotovoltaica.
- Los paneles solares son unos dispositivos formados por módulos fotovoltaicos individuales, los cuales permiten la absorción de la luz solar y la transformación de la misma en corriente alterna que utilizamos en nuestra casa, por medio de un inversor.
- El inversor de red, que es un dispositivo esencial en los paneles solares para poder transformar la corriente continua que generan los módulos a partir de la luz del sol en corriente alterna, adecuada para un inmueble, a la frecuencia y potencia indicada. Sin el inversor no podríamos transformar la energía del sol en electricidad óptima para su consumo en un inmueble, y es una parte crucial en un sistema fotovoltaico.
- El equipo de monitoreo es un aparato capaz de hacer un análisis del funcionamiento del sistema fotovoltaico a partir de las condiciones ambientales, de forma que se puedan hacer las correcciones necesarias para una mayor eficiencia.
La instalación fotovoltaica conectada a red absorbe mejor la luz del sol cuanto mayor es la calidad del silicio que conforman los paneles. Suele ubicarse en la cubierta de cualquier inmueble, aunque también se puede colocar en el mismo suelo, cerca de la red eléctrica.
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¿Cómo funciona una instalación solar conectada a red?
La instalación solar conectada a la red está formada por una serie de paneles solares que se encargan de captar tanta radiación solar como es posible a lo largo del día y, a veces, la electricidad generada por medio de la energía es suficiente para satisfacer al consumidor.
No obstante, la razón por la que este tipo de instalación es tan interesante es que los paneles se mantienen en conexión con la red eléctrica durante toda la noche, además de cuando las condiciones atmosféricas no son idóneas para obtener suficiente electricidad.
Por lo tanto, podríamos decir que la instalación fotovoltaica permanece conectada a la red mientras sigue produciendo electricidad por sí sola, permitiendo cubrir la demanda que una casa necesita en todo momento, bien sea a partir de la energía producida o extraída.
Así es que los paneles solares conectados a la red funcionan con una interconexión que se establece entre el autoconsumo de energía y el servicio de producción y extracción de energía de la red eléctrica local. Este sistema funciona como una central eléctrica pública.
Este tipo de sistema fotovoltaico conectado a la red se ha vuelto cada vez más popular, sobre todo porque toda la energía sobrante que las placas fotovoltaicas generan y que el consumidor no aprovecha puede vertirse en la red y conseguir ahorrar en las facturas.En cualquier caso, si tienes paneles solares o quieres instalarlos en casa, conectarlos a la red eléctrica puede ser una gran alternativa a nivel de ahorro y de eficiencia energética.