¿Qué es un supercondensador?
Un supercondensador, también llamado condensador electroquímico, es un dispositivo destinado a almacenar energía eléctrica, formado por dos parejas de placas conductivas, capaces de almacenar energía separadas por un material aislante.
Se llama de esta manera porque almacena mucha más energía eléctrica que un condensador normal. Esta se expresa en Faradios (F). Los supercondensadores más potentes del mercado pueden llegar hasta los 5000 F de capacidad.
Los primeros supercondensadores fueron creados en los años 80, y su interés se desarrolló sobre todo en el mundo de la automoción.
Actualmente, están adquiriendo mayor interés porque podrían utilizarse como alternativa a las baterías, por su mayor estabilidad y durabilidad, especialmente para automoción, también para aplicaciones médicas como, por ejemplo, un marcapasos, o incluso para la propulsión de naves espaciales.
¿Cómo se usan los supercondensadores fotovoltaicos?
La utilización de los supercondensadores en energías renovables es muy interesante porque los métodos solares o la eólicos producen energía de forma intermitente. Un supercondensador puede almacenar la energía sobrante, regular el suministro y estabilizarlo.
Supercondensadores VS baterías
En un supercondensador la energía se almacena en las superficies de los electrodos, mientras que las baterías se almacenan de forma electroquímica. Aunque estos artefactos almacenan mucha menos energía que las baterías, son muy potentes y rápidos, pues guardan la energía en un campo eléctrico.
Mientras que las baterías tienen una vida limitada, los supercondensadores se autocargan muy rápido y tienen mayor durabilidad, siendo especialmente interesante su rapidez de carga, unas 1000 veces mayor con respecto a la de una batería.
Por otra parte, en los supercondensadores no existe reacción química, sino solamente una separación de electrones y protones. De esta forma, la carga no provoca acumulación de calor y, por tanto, no crea deformación del dispositivo, como sí ocurre con las baterías.
Es muy interesante su uso cuando es necesario hacer una carga de energía muy rápida, por ejemplo en la automoción (trenes eléctricos, tranvías o coches híbridos).
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